Varios expertos estadounidenses consultados por
Efe alertaron hoy jueves del peligro real de que la creciente tensión en
la península de Corea desemboque en un enfrentamiento que nadie desea y
que termine involucrando a EE.UU.
"La situación general es bastante
grave, ya que ni Corea del Norte ni Corea del Sur pueden darse el lujo
de dar marcha atrás, y ambos se están preparando para intensificar (sus
posiciones)", aseguró a Efe John Pike, de Global Security.
"Esta misma semana podría pasar algo", alertó por
su parte Stephen Donehoo, analista de McLarty Associates, quien
consideró que la situación es tan tensa que cualquier "incidente
pequeño" que pueda producirse de forma imprevista con militares en la
frontera "puede provocar una guerra".
Y eso es lo que mantiene "preocupadísimo" a
Estados Unidos, según explicó por su lado Steffen Schmidt, profesor de
Ciencias Políticas de la Universidad de Iowa.
"Un incidente conllevaría una respuesta militar
muy rápida y significativa por parte del Gobierno del sur, lo que
requeriría entonces el apoyo de Estados Unidos", en virtud del acuerdo
de defensa bilateral suscrito entre ambas potencias, añadió este
experto.
En este momento, sin embargo, la situación "no parece ser una amenaza alarmante para la ciudadanía estadounidense", puntualizó.
No obstante, destacó que el nivel de "belicosidad"
del Gobierno de Corea del Norte es "mucho más elevado" de lo que suele
ser habitual cuando EE.UU. y Corea del Sur realizan sus maniobras
militares anuales.
A su juicio, lo que el Gobierno norcoreano busca
es dar una muestra de fuerza y elevar su capacidad de negociar nuevos
acuerdos con Estados Unidos para lograr ayudas de alimentos y energía
para el país.
Kim "está en una posición muy difícil", afirmó a
Efe el exmilitar y analista Jeffrey Gordon, quien consideró que el joven
líder necesita mostrar una actitud de "mano dura" contra Corea del Sur,
Japón y Estados Unidos "ante la población y sus generales", ya que si
no confían en su poder, "podrían dar un golpe de estado".
La escalada se produjo después de las últimas
sanciones internacionales a las que fue condenada en marzo Corea del
Norte por la última prueba nuclear que realizó en febrero.
Gordon cree que el régimen de Pyongyang podría
atacar un barco o un submarino pequeño, o llevar a cabo una acción
militar semejante a la de 2010 cuando atacó la isla de Yeonpyeong y
causó la muerte de dos civiles y dos militares del sur.
Sin embargo, este experto no cree que Corea del
Norte cumpla su amenaza de atacar territorio estadounidense, ya que si
cayera un misil cerca de la isla de Guam, territorio que se encuentra a
unos 3.200 kilómetros de distancia, Washington "respondería con una
acción militar".
"No sería un bombardeo contra Pyongyang, porque
hay muchos civiles, pero (EE.UU.) podría bombardear sus arsenales de
misiles", dijo.
A finales de marzo Kim ordenó la disposición
técnica de "misiles estratégicos" para atacar en "cualquier momento"
territorio de EE.UU., sus bases militares en el Pacífico, incluidos
Hawai y Guam, y las de Corea del Sur, y anunció el final del armisticio
con el que se dio por acabada la Guerra de Corea (1950-53).
El experto señaló que Corea del Sur suele mantener
un umbral alto de tolerancia ante las provocaciones del Norte, pero la
nueva presidenta, Park Geun-hye, ha indicado que "no va a tolerar ningún
ataque", por lo que esta escalada "es un juego peligroso entre ellos".
Llegados a este punto, la "única posibilidad",
según Donehoo de McLarty Associates, es que China actúe de manera "muy
firme" con Corea del Norte y le presione con las ayudas que reciben de
su Gobierno.
Pyongyang recibe el 90 por ciento de su energía y el 50 por ciento de sus alimentos del régimen comunista chino.
"China es el único país que está en condiciones de decir algo a Corea del Norte", aseguró el experto. EFE
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