Al menos 243 personas murieron por el derrumbe
ayer de un edificio que albergaba varias fábricas textiles en las
afueras de Dacca, según el último recuento divulgado hoy por la policía,
mientras prosiguen las labores de rescate.
Wali Ashraf Khan, inspector
de policía de la centralita abierta por las autoridades locales para
contabilizar el número de fallecidos, confirmó ese cómputo de víctimas
mortales al diario bangladeshí Daily Star.
El número de heridos supera el millar, según diferentes medios locales.
El edificio Rana Plaza, de ocho plantas y que
acogía varios talleres textiles, un mercado y una sucursal de un banco,
se vino abajo a primera hora de la mañana de ayer en la población de
Savar, a 24 kilómetros al noroeste de la capital de Bangladesh.
Los bomberos, la policía y personal militar han
rescatado a varios cientos de personas de entre los escombros, mientras
continúan las labores de auxilio en busca de supervivientes.
Amirul Haque Amin, presidente de la Federación
Nacional de Trabajadores del sector Textil de Bangladesh (NGWF), afirmó a
Efe que en el inmueble había unos 4.000 trabajadores en el momento del
colapso, por lo que el número de fallecidos "podría aumentar mucho".
El presidente de NGWF señaló que las empresas
textiles que desarrollaban su labor en el edificio siniestrado eran
Ether Tex Limited, New Wave Bottoms Limited, Phantom Apparels Limited,
Phantom Tac Limited y New Wave Style Limited.
La Campaña Ropa Limpia, respaldada por unas 300
organizaciones de todo el mundo, busca mejorar la situación de los
trabajadores en las fábricas textiles y sensibilizar a las empresas
internacionales sobre la situación existente en empresas de países como
Bangladesh.
"Es un accidente más de la sangría de este tipo
que padece Bangladesh", afirmó la miembro de CRL Eva Kreisler, que
añadió que la zona en la que ocurrió el derrumbe es una zona de "terreno
inestable", por lo que estaba prohibido construir edificios altos.
El tipo de control existente en Bangladesh para
supervisar las medidas de seguridad en las fábricas textiles "falla
claramente", según CRL, que mantiene que son las empresas subcontratadas
por sus socios locales las que trabajan en esos inmuebles sin
seguridad.
"Las multinacionales funcionan con proveedores,
que son controlados por ellas a través de auditorías, pero luego estos
proveedores subcontratan la producción a otras empresas, las cuales no
cumplen ninguna medida de seguridad", sentenció Kreisler.
Bangladesh es el país del mundo con costes más
baratos de producción en la industria de la ropa y por eso empresas de
todo el mundo, incluido China, están trasladando parte de su producción
al país asiático, de acuerdo con CRL.
Según datos de la Federación Nacional de
Trabajadores del sector Textil de Bangladesh, en los últimos 15 años ha
habido unos 600 muertos y 3.000 heridos en accidentes ocurridos en
fábricas textiles (incendios o derrumbes) en el país asiático.
En 2005, en una de estas catástrofes, 61 empleados
del sector murieron y otros 86 resultaron heridos al derrumbarse un
edificio de nueve pisos que albergaba fábricas en la misma población
donde ayer se produjo el nuevo siniestro.
Al igual que en aquella ocasión, el director de la
Policía Industrial Mostafizur Rahmán acusó a los propietarios de las
fábricas de ignorar las grietas que aparecieron en el edificio el
martes, un día antes de la catástrofe.
"La Policía Industrial pidió a los dueños de las
fábricas que paralizasen las operaciones tras descubrirse grietas", dijo
Rahmán, "pero ignoraron nuestras directivas y decidieron abrir sus
unidades" el miércoles.
Algunos de los heridos en el accidente acusaron a los responsables de las fábricas de obligarles a trabajar.
"Ninguno de nosotros quería entrar al edificio,
pero nuestros jefes nos forzaron", dijo ayer Nurul Islam, uno de los
trabajadores heridos, al portal de noticias Bdnews24.com.
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