Victoria Soto escondió a los niños y, cuando el tirador llegó, recibió las balas por ellos. La supeheroína de
Connecticut llevaba 5 años trabajando en la escuela. "Puso su cuerpo
entre el pistolero y sus alumnos", aseguró su primo Ames Willsie en una
entrevista para ABC News. "Sus
instintos la empujaron a proteger a sus chicos de cualquier daño que
pudieran sufrir. Perdió la vida haciendo aquello que más quería. Ella
adoraba a sus chicos. Su meta en la vida era ser maestra y servir de
ejemplo a los pequeños".
Es que Victoria Soto tuvo la mente fría para evaluar la situación. Advertida de que había un tirador suelto en el Sandy Hook Elementary School, escondió a todos sus alumnos en los armarios del aula. Cuando el tirador llegó y preguntó por los pequeños, ella –firmemente- mintió. Dijo que estaban en gimnasio. Adam Lanza la asesinó en ese instante.
"El sueño de su vida era ser profesora", aseguran sus familiares. Además de enseñar primer grado en el Sandy Hook, Victoria estudiaba educación especial en la Universidad Estatal de Southern Connecticut.
Todo sucedió el viernes 14 de diciembre, cuando Adam Lanza mató a 27 personas, entre ellas unos 20 niños, en el pueblo estadounidense de Newtown, en Connecticut.
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