¿Por qué hay periodistas que se “retiran” de Acroarte?

Escrito por: Anthony Perez Diaz (Anthony2x2@hotmail.com)

Las respuestas a esa interrogante son tan diversas como infinidad de viandas hay en el mercado. Sin entrar en consideraciones inútiles sobre aquellos que se han alejado de la institución por enfermedad, porque han pasado a ejercer otras aéreas del periodismo u otras profesiones, o simplemente porque se han radicado en el exterior; vamos a referirnos aquí, por limitaciones de espacio, sólo a las tres razones que consideramos pertinente, de acuerdo al momento actual que vive la institución.

Hay periodistas que nunca han pertenecido a Acroarte, no porque nadie haya objetado su membresía, sino sencillamente porque han considerado, erróneamente, que la institución no tiene nada que ofrecerles.

Son gentes que hicieron un nombre y una carrera mucho antes de que Acroarte alcanzara la prestancia social que hoy tiene. Pero ellos, en su rutilante gloria se ubican así mismos, intelectual y socialmente, por encima de la entidad.

Los hay también quienes han operado en sentido contrario. Es decir, periodistas que han visto a Acroarte como una escalera para llegar al cielo. Han hecho su trabajo en ‘las bases’, han amarrado con éste y con aquél, y de allí han saltado a una codiciada posición en el tren gubernamental o a un programa de televisión de indiscutible rating. 

Finalmente, están aquellos periodistas que se consideran “Los Caballos de Troya” del activismo y el sindicalismo. Se mueven con frecuencia en su dinamismo entre éste grupo y el anterior. Son gente contestataria por antonomasia. Radicales e intransigentes asumen una posición abiertamente combativa. Despotrican sin parar mientes en lo que van dejando detrás, y su desesperación los lleva al irrespeto.

Cuando, por fin acorralados, se dan cuenta de que los hechos son ya incontrovertibles, se convencen de mala gana, de que sus virulentos e infundados ataques terminaron por excluirlos a ellos mismos de Acroarte. No encuentran entonces la forma de encajar en el nuevo orden, y se alejan rabiando y maldiciendo. Estos son los de mayor cuidado.

En mi caso no pienso ir para ningún lado, puesto que no tengo programa de ningún tipo, no tengo cargo en el gobierno ni creo haber ofendido a nadie, sólo por decir en voz alta lo que muchos dicen en voz baja. Votaré por Máximo Jiménez porque creo que es el mejor candidato, así como en el pasado lo hice por José Tejada Gómez.