Recordando a mi esposa muerta Yasmin,hoy en su cumpleaños

Manuelo Bonilla Manuelo

Yasmín Valdez

Hoy es 6 de noviembre. Mi Yasmín hubiera cumplido 31 años de edad según su Acta de Nacimiento sacada por su padre cuando de Higuey (donde nació) sus padres se trasladaron a la comunidad de Esperanza, lugar último donde su papá le registró el nacimiento ante "la perdida del Acta con la mudanza sacada el año anterior", de acuerdo a su mamá que siempre le afirmaba que nació cuando el huracán David en el 1979.

Es decir, según su progrenitora hubiera registrado hoy 32 años de edad. En fin, la edad exacta no importa, aunque Mi Amor (como nos decíamos mutuamente) reflejaba una madurez y unos gustos de una mujer mucho mayor.

Hoy me es de mucho mayor tristeza de estos más de 5 meses dolorosos transcurridos; pasarlo sin ella me es imposible, pues cada 6 de noviembre (así como los 22 de julio, día de mi cumpleaños) lo pasábamos totalmente juntos, compartiendo con una inmensa felicidad el acontecimiento.

Al ser Sábado, no obstante la humedad, casi seguro (porque la decisión finalmente sería de ella) lo pasaríamos en nuestra casa en Cacique con amigos y amigas invitados alrededor de un sancocho y las músicas que más le agradaban (en baladas o boleros: Julito Deschamps, la producción Mi alma Latina en la voz de Plácido Domingo, Jose Jose, Julio Iglesias, Paloma San Basilio, Danny Rivera, y muchas otras voces de cantantes de epocas más atrás que los mencionados, porque a Yasmín le encantaba la música bien del ayer, mucho más que a mi.

Oooh! Dios mio! Cuantas veces me pregunto, porque permitiste lo ocurrido el pasado 25 de mayo fatal? Porque quitarnos tanta felicidad? Perdona Señor nuestro por mi debilidad de cuestionarte, pero es que me es difícil (ya que no quiero decir imposible) aceptar tanto dolor y tan extraordinaria perdida.

A personas amigas que ella apreció y de los cuales logro disponer de correos, les envío este email con la Biblia adjunta para que en su día de cumpleaños leamos el salmo que a ella más le gustaba, a tal grado que se lo sabía de memoria, y que ella decía cada vez que rezábamos juntos antes de acostarnos: el 91 "El Señor es nuestro refugio".

Que tengan un buen día.

Manuelo