Gran parte de la ciudadanía no confía en el trabajo de las autoridades en el combate contra el narcotráfico, que está tocando altas esferas de la sociedad y que permean algunos estamentos de los organismos de seguridad.
La Policía Nacional, la Dirección Nacional de Control de Drogas, las diferentes fiscalías, la Procuraduría General de la República, entre otras autoridades se han enfrascado en una lucha sin cuartel en contra de ese flagelo, sin embargo la delincuencia y el narcotráfico continúa creciendo a todos los niveles de los estratos sociales, creando alarma en aquellas familias de apellido de abolengo y sonoro, cuando alguno de sus parientes resultan implicado en hechos de esa naturaleza.
En los últimos meses las autoridades antinarcóticos han dados golpes contundentes al narcotráfico, como es el caso más reciente de la red que dirigiría José David Figueroa Agosto, en la que han sido apresados varios testaferros del prófugo, por haber prestado sus nombres para lavar dinero proveniente de las drogas, en la compra de apartamentos, carros de lujo y otros negocios.
No obstante, el combate al narcotráfico es una de las luchas más intensa que enfrentan las autoridades, porque casi siempre quien opera una red de droga son personas de arriba, es decir, gente mucho poder y con dinero, lo que hace difícil llegar hasta la raíz del problema.
No obstante, las autoridades continúan trabajando duramente para reducir el auge del narcotráfico que en el camino deja una secuela de actos delincuenciales y provocando inseguridad en la ciudadanía.
Periodistas de EL NUEVO DIARIO realizaron un sondeo a diferentes personas de estrato social, quienes expresaron su desconfianza del trabajo que viene realizando la Policía Nacional, el Consejo Nacional de Drogas y el Ministerio Público en contra del narcotráfico.
Al consultar al señor Roberto Ortiz, comerciantes, y padre de familia, sobre el trabajo que viene realizando las autoridades para combatir el narcotráfico, expresó que cuando se quiere acabar algo con buena voluntad se logra, y lamentablemente el narcotráfico es un sostén de la economía.
El señor Eduardo Hubieres, padre de 4 hijos y vive en los Frailes, dijo que el narcotráfico pertenece al sistema capitalista, y la droga es una mercancía codiciada que se vende y que deja muchos beneficios, y eso da desconfianza en que realmente las autoridades estén combatiendo el narco en este país.
“La droga es un negocio fabuloso que deja muchos beneficios, y no hay que dudar que inclusive en determinados momentos se concilien intereses entre narcotráfico y el Estado mismo, es parte del sistema capitalista”, destacó.
Indicó que en la República Dominicana hay torres y restaurantes que no se justifican de donde sale el capital para construirla, y señaló que eso es “muy peligroso”.
Junior Soto, de 63 años de edad, profesor de la materia de Matemática en la escuela República de Colombia, expresó que aunque las autoridades informan diariamente que detectaron una red de narcotráfico, “la gente no cree en ellos, porque hay infiltrados algún militar o miembros de los mismos organismos que investigan el complot”.
La señora Sonia Báez, madre de tres hijos, dijo que el trabajo que están llevando a cabo la Policía Nacional y la DNCD no se vez, ya que a su juicio hay más drogas, más violencia. “y yo creo que están todos involucrados o la mayoría”.
Para la señora Jacqueline Paulino las autoridades les están haciendo creer a la gente que están combatiendo el narcotráfico.
“Para mi no es así, ya que ellos tienen los medios para saber quienes son los verdaderos culpables, y ustedes saben que hay intereses muy poderoso”, sostuvo.
Al parecer la ciudadanía no confía en el trabajo que está realizando los organismos correspondientes, y en ese sentido se pronunció Monseñor Nicolás de Jesús Cardenal López Rodríguez, al afirmar que hay una crisis de valores en la sociedad que perjudica aún más la lucha que se hace al narcotráfico.
El prelado católico manifestó que la crisis cultural de valores que existe en el país se debe a que un malhechor es un gran señor de la sociedad que sabe matar gente o es un narcotraficante con mucho prestigio.
Destacó que en el país hay que ser “un tíguere” para progresar, y que en la actualidad se han adquirido nuevos valores que son irreales, como son la política mal entendida, el enriquecimiento fácil e ilícito, sin importar los medios que sean para conseguirlo.
El máximo representante de la Iglesia Católica católica sostuvo que una sociedad permisiva termina no garantizándole nada a nadie, y al final se desintegra.
Autor: JACQUELINE MORROBEL
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