México.- En medio de protestas
de la izquierda y con la presencia de varios jefes de Estado, Enrique
Peña Nieto, de 46 años, se convertirá en el primer minuto del sábado en
el nuevo presidente de México.
Peña Nieto llevará a Los Pinos al Partido
Revolucionario Institucional (PRI), que acaparó la vida política de
México desde 1929 hasta el año 2000, después de doce años en la
oposición que ha vivido en un proceso de transformaciones internas. El
traspaso del poder se realizará en el primer minuto del sábado en una
ceremonia que se desarrollará en el Palacio Nacional, en el centro de
esta capital, y los actos continuarán mañana por la mañana en la Cámara
de Diputados, donde Peña Nieto prestará su juramento como jefe de
Estado.
Se espera un mensaje a la nación de Peña Nieto en
el acto del Palacio Nacional, en la mañana del sábado, donde tendrá
oportunidad de saludar a los dignatarios extranjeros que se han hecho
presentes en esta investidura e invitados especiales.
No se descarta que en el acto de la Cámara de
Diputados haya protestas de los legisladores de la oposición de
izquierdas, pero, de acuerdo con las declaraciones previas, no se cree
que sean tan tumultuosas como las de hace seis años.
El 1 de diciembre del 2006, Felipe Calderón y su
predecesor, Vicente Fox, ambos del conservador Partido Acción Nacional
(PAN), tuvieron que entrar por puertas laterales de la Cámara de
Diputados y cumplir con las formalidades oficiales a prisas y en medio
de un escándalo de los legisladores de oposición.
Mañana habrá protestas convocadas por los jóvenes
del movimiento YoSoy132, militantes del izquierdista Partido de la
Revolución Democrática (PRD) y del Movimiento Regeneración Nacional
(Morena), liderado por Andrés Manuel López Obrador, que quedó en segundo
lugar en los comicios presidenciales del 1 de julio y no reconoce la
victoria de Peña Nieto.
En la investidura presidencial estarán presentes
siete jefes de Estado: el colombiano Juan Manuel Santos, el peruano
Ollanta Humala, el nicaragüense Daniel Ortega, el hondureño Porfirio
Lobo, la costarricense Laura Chinchilla, el panameño Ricardo Martinelli y
el guatemalteco Otto Pérez Molina.
También concurrirán el vicepresidente de Estados
Unidos, Joe Biden; el heredero de la corona española, Felipe de Borbón;
el gobernador general de Canadá, David Johnston, y el presidente de la
República Árabe Saharahui Democrática, Mohamed Abdelaziz, entre otras
personalidades.
Horas antes del traspaso presidencial, el equipo
de Peña Nieto anunció hoy la lista de su gabinete, en la que destaca la
designación de Miguel Ángel Osorio Chong como secretario de Gobernación.
Esa cartera absorberá próximamente todas las
funciones de seguridad pública, una vez sea aprobada en el Parlamento la
reforma de una ley orgánica que define los ministerios y sus funciones,
en una configuración que Peña Nieto quiere reformar.
Su intención es reducir de 18 a 16 los puestos en
el Gobierno, lo que conllevaría la eliminación de la Secretaría de
Seguridad Pública, que sería absorbida por Gobernación, y la de Función
Pública, cuyas competencias pasarían a otras dependencias.
Entre los nombrados figura José Antonio Meade para
la cartera de Relaciones Exteriores. Hasta hoy, Meade actúa como
secretario de Hacienda del Gobierno de Calderón, pero a partir de mañana
se encargará de la política exterior de Peña Nieto.
Para Hacienda, Peña Nieto designó a Luis
Videgaray, quien fue el coordinador de su campaña electoral, y al frente
de Energía quedó Pedro Joaquín Coldwell, quien hoy mismo presentó su
renuncia como presidente del Comité Ejecutivo Nacional del PRI.
También designó al frente de Petróleos Mexicanos
(Pemex) a Emilio Lozoya, quien se encargaba de política exterior en el
equipo de transición de Peña Nieto.
La llegada del nuevo presidente es recibida por
los mexicanos con moderadas expectativas acerca de su gestión, de
acuerdo con una encuesta difundida hoy por la empresa Parametría.
Según esta encuesta, el 31 por ciento de los
mexicanos cree que la gestión de Peña Nieto será mejor que la de
Calderón, mientras que el 22 por ciento considera que será peor, la
misma proporción de encuestados que no sabe o no contesta.
El 13 por ciento cree que Peña Nieto lo hará "igual de bien" que Calderón y el 12 por ciento piensa que su gestión será peor.
El índice de aceptación en favor de Peña Nieto es
superior a las expectativas que tenía Calderón respecto a su predecesor,
Vicente Fox, pues en el 2006 el 28 por ciento de los mexicanos creía
que Calderón lo iba a hacer mejor que Fox.
Como suele suceder en estas ocasiones, la capital
mexicana cuenta con un refuerzo de seguridad en el que participan miles
de efectivos que se han situado en los puntos estratégicos de la ciudad,
especialmente en los alrededores de la Cámara de Diputados.
Sólo en las cercanías del Palacio de San Lázaro,
sede de la Cámara de Diputados, estarán desplegados 1.800 policías y
efectivos del Estado Mayor Presidencial. EFE
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