Cádiz (España).- El rey y el
presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, ven llegado el momento
de que toda la comunidad internacional reconozca el protagonismo
económico que se ha ganado América Latina y de poner como ejemplo su
éxito para superar crisis como la que ahora sufren Europa y España.
Ese es el mensaje que trasladaron en sus
intervenciones en la sesión inaugural de la XXII Cumbre Iberoamericana
de Cádiz, previa a la cena de los jefes de Estado y de Gobierno en la
que el rey anunció que la próxima semana suspenderá su actividad para
someterse a una nueva operación en su cadera izquierda, "que tengo -ha
dicho- bastante maltrecha".
El lema de la cumbre es "Una relación renovada",
y, en esa línea, el monarca explicó que ha explicado que ha retrasado su
operación para estar presente en Cádiz, instó a profundizar en la
cooperación entre los países iberoamericanos y hacerse oír en el mundo
con una sola vez.
"Necesitamos más Iberoamérica", ha proclamado en
la ceremonia inaugural de la cumbre, en la que ha animado a reforzar la
conexión de Europa con Iberoamérica.
Si en la cumbre de hace dos años en Mar del Plata
(Argentina), aseguró que "Iberoamérica está en alza", hoy ratificó esas
palabras.
Rajoy, en su alocución en el acto inaugural,
consideró que ha nacido una nueva América Latina "pilar fundamental del
mundo occidental" y puente entre el Atlántico y el Pacífico.
Al mismo tiempo, resaltó que Europa tampoco tiene ya nada que ver con la que sufría las consecuencias de décadas de división.
En concreto, consideró que España es, hoy en día,
"con sus dificultades y problemas", una nación plural, sólida, avanzada y
con una voz reconocible en la escena internacional.
Con esa realidades sobre la mesa, opinó que
América Latina puede aportar mucho a España y a Europa en momentos de
dificultad como el actual después del éxito que ha tenido debido a su
"determinación, esfuerzo y paciencia" y a combinar la austeridad con
políticas propias de crecimiento y cohesión social.
"Mas América Latina en Europa y en España es una
receta imbatible para afrontar los actuales desafíos", recalcó el
presidente del Gobierno, que hizo una cerrada defensa de la utilidad de
las cumbres iberoamericanas.
Tanto el rey como Rajoy se refirieron a Cádiz y a
la Constitución que nació en esta ciudad para ponerlas como ejemplo de
trabajo común ante las dificultades.
El jefe del Ejecutivo hizo un reconocimiento a que
los primeros constituyentes entendieran que debería primar "el consenso
en el marco de la pluralidad, la unidad dentro de la diversidad, y
construir puentes en lugar de levantar fronteras".
De forma previa al inicio de la cumbre, el rey y Rajoy compartieron un almuerzo con el presidente mexicano, Felipe Calderón.
Ambos se entrevistaron también, aunque por
separado, con los presidentes de Colombia, Juan Manuel Santos, y de
Ecuador, Rafael Correa, uno de los más interesados en las normas
aprobadas para evitar los desahucios de las personas más vulnerables.
Con 400.000 compatriotas en España, reconoció que se trata de un "avance", pero estimó que es suficiente.
El rey, que durante las reuniones de la mañana se
ayudó de una muleta, bromeó con Santos sobre su estado de salud: "Aquí
me tienes, un poco tullido, pero bien", le dijo.
Rajoy mantuvo también un encuentro con el
presidente hondureño, Porfirio Lobo, pero no pudo reunirse como tenía
previsto con el boliviano Evo Morales, que canceló la entrevista por
sentirse indispuesto.
Por su parte, el ministro de Exteriores, José
Manuel García-Margallo, se citó ayer con su homólogo cubano, Bruno
Rodríguez, a quien, según desveló hoy, pidió formalmente una rápida
repatriación del español preso en la isla Ángel Carromero.
Como avanzó a Efe el canciller cubano, la petición
española "será debidamente considerada", sobre la base de los acuerdos
jurídicos de ambos estados en esta materia. EFE
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