El día 17, la justicia sueca ordenó a la policía que arrestara a Assange por cargos de violación y abuso sexual, después de que las dos mujeres reportaron que las relaciones sexuales pasaron de consensuales a no consensuales.
El australiano fue detenido por las autoridades británicas en Londres el 7 de diciembre después de la “euroorden” emitida, vía Interpol, por las autoridades suecas.
El australiano estuvo en libertad condicional hasta que, hace dos meses, la corte británica ordenó su extradición a Suecia.
Este jueves el gobierno de Ecuador le concedió a Assange su solicitud de asilo diplomático con el argumento de que puede ser víctima de una persecución política que podría terminar con su eventual extradición a Estados Unidos, donde es acusado de espionaje.
Pero, ¿cómo es el sistema sueco y qué piensan quienes están detrás del caso que llevó a Assange a aislarse en la embajada ecuatoriana?
“Caso normal”
Claes Borgstrom, abogado de las acusadoras desde que empezó el caso hace dos años, le dijo a la BBC que, en esta controversia, nadie está hablando de las dos mujeres que según él fueron asaltadas por Assange.Se trata, dijo, “de una investigación criminal normal del sistema judicial sueco que no tiene que ver con el Estado ni el gobierno suecos”.
“A ellas les gusta WikiLeaks y admiran a Julian Assange. Pero saben que el caso político no tiene nada que ver con el abuso sexual”.
Ante la pregunta de si Assange podría ser juzgado en Londres en caso de que Ecuador lo permita, como se ha sugerido, Borgstrom argumentó que las acusaciones fueron hechas en Suecia y trasladar todo un sistema y a las dos testigos sería muy difícil.
Sistema severo
Suecia tiene una de las leyes más rigurosas en relación al crimen sexual. Los abogados suelen bromear con que los hombres deben pedir permiso escrito antes de tener sexo.En otra entrevista con la BBC en 2010, Borgstrom dijo que, para ser acusado de abuso sexual en Suecia, no necesariamente tiene que haber violencia.
“Eso es lo que la gente suele pensar, pero en la práctica si uno fuerza a alguien a tener sexo sin su consentimiento no se necesita usar violencia del todo. El que comete el crimen puede estarse aprovechando de una difícil situación de la mujer en cuestión”.
Según la ley sueca, la definición de violación tiene tres grados.
La más seria, incluye violencia directa. Debajo de esta existe el concepto de “violación regular”, que incluye violencia pero de corte más suave.
La tercera categoría sostiene la idea de la “coerción ilegal”, que, en general, considera una violación a una relación sexual que se aproveche y presione las emociones de otra persona.
Las tres categorías son condenadas con prisión, de diez, seis y cuatros años de duración respectivamente.
Las mujeres que acusan a Assange no han querido dar los detalles de las supuestas agresiones, porque, según Borgstrom, eso le daría mucha información a Assange.
No obstante, dijo, se esperaría que Assange, en caso de ser encontrado culpable, sea condenado a prisión por cuatro años.
De qué lo acusan
La pregunta que el eventual tribunal sueco tendría que responder es cuándo y cómo fueron las relaciones sexuales consensuales y no consensuales que Assange tuvo con las mujeres.
Assange no ha sido condenado por la ley sueca, sino acusado y llamado a indagatoria.
Índice de abuso sexual más alto de Europa
Según Stephen Evans, que reportó desde Suecia el caso para la BBC en 2010, la actitud hacia la violación en ese país, que está basada en una fuerte sensibilidad por los derechos de las mujeres, hace que la gente tienda a reportar fácilmente cualquier tipo de agreción sexual.En el 2007, según el European Source Book of Crime and Criminal Justice Statistics, se reportaron 53 ofensas sexuales por cada 100.000 habitantes en Suecia, la cifra más alta en Europa.
Según Evans, las cifras pueden mostrar un número alto de violaciones cometidas en Suecia, aunque “es más probable que revelen las fuertes actitudes y amplias definiciones del crimen que existen sobre el abuso sexual en ese país”.
“Sin amigos en Suecia”
En una comentada columna publicada en el diario The Guardian este jueves, Karin Olsson, editora de cultura del periódico sueco Expressen, dijo que a Assange “le quedan muy pocos amigos aquí” en Suecia.“La mayoría de las mujeres en Suecia que se atraven a reportar experiencias de asalto sexual a la policía, pese a la exposición que ello implica, aceptan que sus casos se archiven porque se reducen a su palabra contra la de la otra parte y no hay fuentes que prueben ninguna de las dos.
“Eso es probablemente lo que pasaría en este caso, si solo Assange se atreviera a venir a Suecia para ser interrogado”.
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