Uno de los problemas del transplante, aún a nivel celular, es el rechazo de nuestro cuerpo. Poseemos un sistema inmunológico que ha evolucionado para protegernos de patógenos o cualquier organismo invasor que pueda o no enfermarnos.
De hecho, la misma gestación funciona gracias a un intricado proceso que protege al bebé de nuestras propias defensas. Por lo tanto, encontrar una forma de preservar las células transplantadas y alagar en el proceso sus vidas para promover la proliferación y la maduración de las mismas, es un hallazgo significativo. Especialmente si, como ahora, se trata de células madre.
Así como avanza el conocimiento a nivel molecular, de la misma forma, el avance en la investigación nanotecnológica se va perfilando como una respuesta a muchos problemas médicos. En esta ocasión, por ejemplo, dos equipos de investigadores, uno en la Universidad de Hong Kong y otro en el Instituto de Tecnología de Massachussets (MIT), han conseguido construir unos andamios utilizando nanofibras que mantienen a las células amparadas.
“El exitoso almacenamiento y la implantación de estas células madre plantea retos significativos en la ingeniería de tejidos en el sistema nervioso, además de los retos que ya son inherentes a la regeneración neuronal”, explica el doctor Ellis-Behnke, uno de los autores del estudio, que ya se encuentra publicado en inglés y de forma gratuita en la dirección al final de este artículo.
“Existe una necesidad de crear un medio que sea capaz de regular la actividad celular a través del retraso de la proliferación y la maduración celular. Estos nano-andamios pueden jugar un papel central en la regeneración de órganos ya que actúan como plantillas (templates) que guían la proliferación celular al igual que la diferenciación y el crecimiento del tejido. No debemos olvidar que es muy importante proteger a estas células del crudo medio al que han sido transplantadas”.
Para los investigadores, ha sido el progreso en la era de la nanotecnología que ha proveído con útiles herramientas para obtener esta protección celular. Se requiere, por ejemplo, que los andamios tengan el tamaño apropiado para el trabajo, para ello, los científicos crearon un andamio de nanofibra de auto ensamblaje (self-assembling nanofiber scaffold, SAPNS), una aplicación nanotecnológica que beneficia el transplante de células jóvenes.
Las escalas a este nivel son realmente fenomenales, cuando se habla de un nanometro se refiere a la milmillonésima parte de un metro. “El control de este dominio a nivel nano permitirá que nos focalicemos en la colocación y el envío terapéutico, una actividad que será amplificada con la implantación de estas células”.
En otras palabras, los investigadores han conseguido proteger y alargar la vida de las células madre una vez trasplantadas, para que las defensas del cuerpo no terminen con ellas antes de que tengan tiempo de madurar y diferenciarse. Debemos recordar que las células madre tienen la habilidad de convertirse en cualquier tejido del cuerpo del animal, pero si antes de que tengan tiempo de hacerlo nuestras defensas dañan el proceso, el transplante no sirve de nada. Los nano-andamios protegen este tejido permitiendo que viva más tiempo y logre diferenciarse, madurar y mudarse permanentemente en el sitio donde es requerido.
Transplantes en el sistema nervioso
El futuro médico luce brillante ante tales noticias. Las ramificaciones de esta investigación son incontables, si los investigadores logran proteger las células hasta que logren hacer sus trabajos en los pacientes humanos, la regeneración de cualquier tejido se hará una realidad.
El daño en cualquier órgano podría ser reparado con la cantidad apropiada de estas células, protegidas por estos nuevos andamios capaces de auto ensamblarse y que regalan tiempo; tiempo para que las células se acostumbren al nuevo medio donde las han mudado y puedan convertirse en el tejido requerido y reparar así el daño en el órgano.
“El retraso que hemos logrado en el proceso es sumamente importante cuando el sistema inmunológico intenta atacar a las células colocadas in vivo”, explicó Behnke.
Los experimentos se realizaron con tres tipos de células in vitro, las gliales, una línea conocida como PC 12 y células precursoras neuronales, luego extendieron el método en animales vivos tanto en el cerebro como en la médula. “Concluimos que el uso de una combinación de la concentración SAPNS y las células jóvenes eliminó la administración de inhibidores del sistema inmunológico cuando las células fueron implantadas en el sistema nervioso”.
Un pequeño nicho para las células
Un problema que ha plagado los transplantes con las células madre es que éstas tienden a envejecer rápidamente una vez ubicadas en el lugar requerido.
“Este estudio sugiere una solución para conquistar este problema”, explica el profesor Shinn-Zong Lin del Hospital Médico y Universitario de China.
“Los SAPNS con el auto ensamblaje son como un nicho, una cápsula para las células donde la vida se prolonga porque el crecimiento es desacelerado, más aún, el proceso inhibe el sistema de defensas lo que asegura una larga vida al tejido implantado. Las células madre se mantienen así ‘jóvenes para siempre’ lo que permite el crecimiento de las neuritas que se extienden por el órgano, alcanzando objetivos distantes y reestableciendo así los circuitos neuronales. Esta combinación de la nanotecnología con el transplante celular nos brinda nuevas esperanzas en la creación exitosa de circuitos nerviosos en el sistema central neuronal”.
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