POR FERNANDO RODRĺGUEZ CÉSPEDES |
Una de las armas políticas más poderosas del presidente Danilo Medina es
su manejo del silencio. En eso parece más discípulo de Balaguer que de Juan
Bosch porque además de escueto, es misterioso y crea expectativas hasta entre
sus más cercanos colaboradores.
Por ello, muchos funcionarios viven momentos de angustia al desconocer
si los dejará en los cargos, si serán cambiados de posición, pensionados o
sencillamente enviados a sus casas como espera el pueblo cansado de su
inoperancia.
Esa ansiedad creció cuando el presidente dijo que el próximo martes 16,
inaugurará "un gobierno nuevo", expresión que indujo a varios
funcionarios a ponerse donde el capitán
los viera en la inauguración del elevado de Boca Chica.
Ministros y funcionarios que no tienen nada que ver con asuntos de construcciones,
se apersonaron al lugar con evidente afán de aparecer en primera fila, cerca
del mandatario, pretendiendo llamar la atención del mismo.
No obstante a ese y a otros muchos cabildeos, confiamos en que se producirán
cambios de funcionarios que, pese a los años en el gobierno, han aportado muy
poco al país porque han ido a los cargos
a servirse de ellos.
Muchos de estos, en su mayoría miembros del Comité Político del PLD, llevan 16 años en el poder
y se consideran intocables al punto de pregonar en alta voz que se van de los cargos que ocupan, cuando ellos
lo decidan.
Sin embargo, dentro del PLD, los partidos aliados y la población en
general, existen jóvenes profesionales altamente capacitados que merecen una oportunidad de servir al
Estado y eso tendrá que tomarlo en cuenta el presidente en su nueva gestión
para bien del país.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Tu opinion nos ayuda a crecer