Los planes o ideas concebidos por sectores
haitianos para que la isla de Santo Domingo sea un solo país, se remonta
a muchos años atrás, y marca en el calendario varias fechas
específicas, como fue el inicio de la década del 90, cuando desde Haití
se planteaba la intención de fusionarse con la República Dominicana.
Los planes urdidos en ese sentido han quedado
registrados a lo largo de la historia, con actores específicos y
propuestas concretas de unificación de la isla La Española.
En esa ocasión, año 1991, la propuesta fue hecha
por el diplomático haitiano Gerard Latourtue durante su participación
ante los miembros de la Cámara Dominico Americana de Comercio, acto
celebrado en el Athletic Club, del 180 de Park Central South.
“Es necesario que se presente una población
conjunta entre los dos países, que podría ascender a los 13 millones de
habitantes, pues, de ese modo ambas naciones podrían ser favorecidas por
los programas de desarrollo comercial y de inversión industrial que se
auspician dentro del Acuerdo de Lomé, CARICOM y la Iniciativa para el
Desarrollo de la Cuenca del Caribe”, señaló en esa época Latourtue.
Según la reseña del semanario Listín USA, en fecha
del 19 al 25 de junio de 1991, firmada por el periodista Disraeli
Guillén, el político haitiano insinuó que todas las iniciativas que se
fueran a ejecutar debían ser al margen de las políticas de ambas
naciones.
Latourtue, quien ese momento trabajaba en
programas de desarrollo auspiciados por las Naciones Unidas, planteó que
solo debía primar la buena fe dirigida a ejecutar programas de
desarrollo factibles que beneficiaran a los pueblos dominicanos y
haitianos.
La intención del diplomático de la vecina nación
era que la isla se presentara cono una república en vez de dos y
sustentó su propuesta en que al tener esa cantidad de habitantes habría
mayores facilidades de calificar presentando proyectos ante los
organismos internacionales, al demostrar que contaban con un mercado
potencial que hacía factible el éxito de las inversiones.
Al referirse a las acusaciones contra la nación
dominicana sobre el maltrato a los trabajadores haitianos que venían a
cortar caña a los ingenios del Estado, manifestó que no se podía
continuar manteniendo vigentes los aspectos negativos que se ventilaban
en ese momento.
Asimismo, abogaba porque se enfrentara con
seriedad la situación económica y social que prevalecía en Haití y
República Dominicana.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Tu opinion nos ayuda a crecer