El gasto acumulado por candidatos y partidos
políticos para las elecciones legislativas que se celebran hoy en
Estados Unidos asciende a 3.670 millones de dólares, por encima de los
3.630 millones de 2010, según un estudio de la organización
independiente Center for Responsive Politics.
Esa entidad sin ánimo de lucro que recopila datos
económicos oficiales ya había pronosticado en octubre que el coste de
estos comicios estaría cerca de los 4.000 millones de dólares.
Los estadounidenses acuden hoy a las urnas para
renovar la totalidad de los 435 miembros de la Cámara de Representantes y
un tercio de los 100 escaños del Senado, así como para elegir a los
gobernadores de 36 estados.
Los pronósticos indican que los republicanos
mantendrán su mayoría en la Cámara de Representantes y se harán con el
control del Senado, ahora en manos demócratas.
El aumento en el gasto de cara a estas elecciones
se debe en parte a un fallo de 2010 del Tribunal Supremo que abrió la
puerta a las contribuciones ilimitadas de los empresarios en las
campañas electorales.
Además, este año la Corte Suprema anuló con otro
fallo los límites a la suma de contribuciones que un individuo puede
aportar a candidatos, partidos y comités de acción política durante un
ciclo electoral, lo que ha aumentado la influencia de los donantes más
ricos en las campañas.
"Lo más preocupante de todo esto no es solo que ha
habido un aumento, sino que no sabemos quién está detrás del gasto",
advirtió a la cadena ABC Lawrence Norden, director adjunto del Centro
Brennan para la Justicia de la Universidad de Nueva York.
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