Autor Tiberio Castellanos |
Escuchaba esta mañana por la radio, que un funcionario del gobierno
americano, y no recuerdo quién, daba un número de teléfono para que
aquellos centroamericanos que sospecharan que sus hijos estaban entre
esos niños y adolescentes que cruzan la frontera (no quieren que yo
diga ilegalmente), averiaguaran noticias de
ellos.
Bueno, en este caso, lo de menos es eso de la ilegalidad. Lo notorio es el abandono, la irresponsabilidad,y todo
lo demás. Cómo es posible, que anden así estos niños, como dicen
algunos "a la buena de Dios", cruzando caminos y coyotes, y soles y
lluvias y guardias armados, sin protección ninguna, es decir sin sus
padres.
Quiero decir que quien tiene el primer deber
de proteger a los niños son sus padres. Lo demás, será siempre lo
demás. Se entiende que en una sociedad, como Dios manda, habrá también
policías, maestros de escuela, autoridades de salud pública, curas,
pastores, politicos, etc., y todos, por supuesto, también tienen el
deber de proteger los niños. Pero cuando los padres se enteran por
teléfono de la suerte de sus niños.
Cuando no están junto a sus hijos
como primer escudo de ellos. Entonces, en esos paises de donde proceden
esos niños, algo raro en la lógica de la vida está ocurriendo. Se están
quebrando ciertas viejas normas y valores que hacian allí la vida más
valiosa. Muy preocupantemente estoy pensando que allí está fracasando,
no solo nuestra cultura hispana, sino también y mas allá, hasta la
civilizacion cristiana.
Un
abrazo.
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