Los Houston Rockets han hecho su trabajo, le han
puesto encima de la mesa 88 millones y 4 años a Chris Bosh.
Sin embargo,
el jugador esperará la decisión de LeBron James para valorar su futuro
en Miami Heat.
Si finalmente el cuatro veces MVP decide salir de la
franquicia de Florida, él hará lo mismo y se comprometerá con el
conjunto tejano, informa ESPN.
El problema que se le plantea a los Rockets es
Chandler Parsons. Agente libre restringido, el alero le ha dado el visto
bueno a los Dallas Mavericks y a su oferta por 3 años y 45 millones de
dólares.
Si quiere mantener a su jugador y lograr la contratación de
Bosh, Houston deberá aligerar salarios.
Si ya lograron el acuerdo de traspaso de Omer Asik
a los New Orleans Pelicans, el siguiente objetivo es librarse de los
14,89 millones que cobrará Jeremy Lin en la próxima temporada.
Por el
momento las negociaciones con los Philadelphia 76ers parece que han
llegado a un punto muerto.
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