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miércoles, 14 de abril de 2010

Mi estadía en Guatemala‏

Pastor Antonio Regalado
El autor es comunicador y pastor dominicano residente en los Estados Unidos

Estando en el hotel donde me estuve hospedando en Guatemala donde formé parte del retiro de pastores Ebenezer 2010 determiné hablar persona a persona del amor y la misericordia de Cristo, y al empezar a repartir tratados evangelísticos me pude dar cuenta la enorme necesidad que tiene la gente de que Jesucristo llene sus corazones, y es que él dice en su palabra "separados de mí nada podéis hacer".



En el lobby del hotel me encontré con una persona que recibió la palabra con una amplia sonrisa y mucho respeto guardando en el bolsillo de su camisa el mensaje "Jesús es la puerta al cielo".



En la conversación muy agradable y amena acerca de Jesús también incluimos la situación social desfavorable que está pasando la sociedad guatemalteca.



El caballero que me pidió no revelara su nombre me decía: “que las riquezas de Guatemala están repartidas entre un promedio de 50 o 60 familias, la justicia no funciona ni sus instituciones, y solamente son condenados el dos por ciento de los delitos cometidos, otra cosa, no considero que este sea un país pobre, sino una nación donde existe una mala distribución de las riquezas”.





En los días que pasé en esta hermosa patria pude percibir un espíritu de muerte y división lo que me confirmó mi distinguido invitado al decirme que un promedio de 15 a 16 muertes diariamente se producen en Guatemala.



Entre otras cosas, continuó hablando el alto funcionario extranjero, los jueces dejan mucho que decir, están corrompidos.



Tocando el tema de la economía expresó que "gracias a la comunidad guatemalteca residente en el exterior la cual envía alrededor de 4 mil millones de dólares al año la gente tiene un alivio en su forma de vida, aunque el cincuenta por ciento de la población viven con un dólar al día, imagínate tú que las mayoría de las familias son grandes entre cinco y seis personas o más, y lo que es todavía peor, los padres obligan a sus hijos a trabajar desde una temprana edad, no asisten a las escuelas y ya sabes lo que les espera en las calles, estamos frente a un caso muy grave en este país".



Solamente Jesucristo puede dar solución , paz y unidad a la humanidad.



Les doy gracias a Dios por haberme dado la oportunidad de predicarle la palabra de Dios a este representante de una gran nación y quien está en Guatemala ayudando con diferentes programas de desarrollo social a los sectores más olvidados del conglomerado social de esta patria.



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