Madrid, (EFE).- Soy un hombre de 47 años que ha visto un montón de cosas en la vida, pero sigo creyendo que se puede encontrar una flor en el pantano", asegura con optimismo Fito Páez, que se ríe hasta de su sombra mientras desgrana las virtudes de su nuevo disco, "Confiá.
El músico argentino considera que su decimosexto álbum posee una vitalidad ligada a la confianza en el sentido más espiritual de la palabra. Al final, lo que queda es abrazarse, confiar en el otro, amar y dejarse amar en medio de la balacera que es la vida, reflexiona en una entrevista telefónica con Efe.
Juega con las emociones, el lenguaje y la música Fito Páez, que para llevar a cabo su nuevo trabajo acató "el axioma nietzscheano de que el ambiente afecta al carácter de las personas". "Quería contrastes de frío y calor, de lo metropolitano y lo rural", señala.
De ahí que Páez decidiera variar cada poco tiempo su lugar de trabajo, localizado un día en la provincia argentina de Córdoba, a la semana siguiente en Río de Janeiro y un mes más tarde en Buenos Aires o Nueva York. "Fue una linda aventura musical", celebra.
No obstante, el verdadero reto comenzó con la primera incursión del artista en el estudio de grabación, al que no accedió con los deberes hechos de antemano. "No tenía las canciones compuestas, sólo retazos de música, pero estaba seguro de que algo saldría", recuerda.
"Era muy consciente de lo que hacía y no tenía presión de ningún tipo, aunque sí existía cierto temor a lo desconocido, si seríamos capaces de conseguir algo de calidad", apunta Páez acerca de una obra en la que intentó utilizar "el menor número de recursos".
"Es posible que este disco tenga una cierta tendencia a la simplificación, canciones con un par de guitarras, bajo, batería y órgano Hammond, pero es un momento puntual, porque el siguiente álbum lo haré con una gran orquesta instrumental", anuncia.
Entre "metales, cuerdas, pianos y arpas" se mueve ahora Páez, que no oculta su entusiasmo por haber descubierto "la música orquestal". "Me encanta experimentar y nunca había compuesto para orquesta, así que estoy como un niño con zapatos nuevos", confirma.
De regreso al presente inmediato, "Tiempo al tiempo", "M&M" o "London" son algunas de las doce composiciones registradas en "Confiá", un álbum para el que Páez se rodeó de "una banda de músicos jóvenes" con los que no había tocado previamente.
"He tenido la suerte de conocer gente nueva que me ha revitalizado, y eso es vital, porque después de pasar tanto tiempo con los mismos músicos te agotas. Es como si filmaras cada película con los mismos actores", explica.
Las referencias al medio cinematográfico no son gratuitas, ya que Páez ha dirigido dos películas -"Vidas privadas" y "¿De quién es el portaligas?"- y en marzo de 2011 iniciará el rodaje de "Novela".
Antes deberá afrontar la gira con la que presentará su último trabajo en distintos países.
Por otro lado, Páez se ha sumado recientemente a la ola de indignación que ha provocado la muerte del opositor cubano Orlando Zapata, fallecido tras una larga huelga de hambre. "Es un signo más del anacronismo que atraviesa la administración del gobierno de Cuba", afirma.
"Ningún régimen político puede tolerar un muerto por huelga de hambre, porque estamos en el siglo XXI y es muy importante que estas cosas no sucedan nunca más; hoy el mundo te obliga a negociar y poner la vida por delante", sentencia.
Autor: Julio Soria
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