Miguel De Jesús Rodríguez
“A pesar de estar en Santiago, nunca se ha desvinculado de Mao, conduciendo los eventos históricos y más importantes de la ciudad de los bellos atardeceres”.
TRAYECTORIA: Ha recibido múltiples placas de reconocimientos y distinciones por su consistencia y participación continua, ardua labor, entrega total y desinteresada y, además, fue declarado embajador de la comunicación.
“Mi madre es el ser que más admiro, un ser excepcional”.
“Mi prioridad es el día a día”
Miguel de Jesús Rodríguez Nació en Mao, en el sector Sibila. Al Igual que todos los niños de su época crecía lleno de sueños, ilusiones, esperanzas; sin embargo, se preguntaba por qué no tenía un hombre a quién decirle papá, que lo ubicara en la escuela, con la incertidumbre de que iba a comer mañana, pues eran tiempos muy difíciles.
Con la tristeza de un día de reyes, sin el juguete deseado, pero con la felicidad e inquietudes de su desarrollo social para esa edad, pues pertenecer a Amiguito de Jesús, ser Miembro de la Pastoral Juvenil, Miembro de la Inspiración Siglo 20 (grupo de teatro) le permitió tener una niñez normal, con precariedades y necesidades.
Miguel de Jesús, nos cuenta que nació comunicador, pues en esos mismos grupos de pastoral juvenil ya sentía la necesidad de comunicar, siempre le gustó. Lo inspiró Atahualpa Ramírez, era su vecino, comenzó admirándolo. Transmitían la misa los domingos por Radio Santa Cruz.
Iba a la Iglesia, pero no precisamente a escuchar la misa, sino a ver a Atahualpa y a los 13 años le pidió un consejo: “me dijo que tomara una lata con huecos para que me escuchara… Es posible que me dijera así para salir de mí, pero hice el ejercicio diariamente, y ha sido un elemento importante en cuanto a la oratoria. Ejercicio que practique hasta los 13 años”.
Fue así como a través de la “Escuela de la Voz Hablada Teresa de Luna” dirigida por Guarionex Aquino, un 12 de enero de 1980, comenzó con sus primeras lecciones y el 12 de agosto, día de su cumpleaños, como regalo comenzó a trabajar ½ hora diaria en un programa radial. “Estaba emocionado, le dije a todo el mundo para que me escuchara. Fue un día grande e inolvidable y comenzó mi carrera”.
Fuerza de voluntad es sinónimo de este hombre maeño, pues estuvo sumergido en un submundo donde vivió por espacio de 7 años, convirtiendo su vida en un caos, en un desorden… donde el calor espiritual se dejó vencer por el crío de las tinieblas, dejando de ver la alegría en el rostro de la gente, perdiendo de vista el color verde de la esperanza, cerrándose a la oportunidad de abrir los libros que años después fueron abiertos por el Prof. Luis Flores, motivándolo a volver a las aulas; saliendo así de manera definitiva del círculo vicioso en que giraba su vida. Conociendo entonces un ambiente de amor, de retos y desafíos como los que asume hoy.
Miguel de Jesús realizó varios intentos por irse a Santo Domingo y Santiago, pero su amor a Mao lo hacían retroceder, a pesar de que se relacionaba con grandes figuras de la época que le decían que debía abandonar a Mao.
Reflexionando sobre la situación, en el año 1988 se mantuvo en Santiago haciendo radio, siendo la segunda voz en off en el país a través del programa “Viva el Sábado”, pero su profundo apego a Mao lo hacían viajar diariamente a su pueblo natal, hasta que en el año 1994, de la mano de Gabriel Grullón y Roberto Rodríguez inició una nueva vida en la carrera de Comunicación, animando con un estilo hasta ese momento desconocido en la emisora de mayor impacto, nacida en Santiago: Turbo 98, dándose a conocer a través del personaje “El Chocolatico de Turbo 98”.
Con este cambio de vida, se abrazó al estudio de las leyes, lo que abrió las puertas para ejercer como abogado en los tribunales de la República Dominicana. “Siempre me gustó el derecho, abrazaba la idea de poder levantar la voz con autoridad por aquellas que la necesitan; lo que he cumplido a cabalidad defendiendo personas cuya única factura ha sido la satisfacción de haber podido demostrar su inocencia”.
Con el pasar del tiempo, este hombre lleno de ilusiones, esperanzas y sueños, quien desde su niñez estuvo lleno de incertidumbres ha trabajado con figuras importantes de nuestro país, como el caso de Yaqui Núñez del Risco, Zoila Luna, Joseph Cáceres, Anabel Alberto, Luz García, Lissette Selman, Jatnna Tavares, Osvaldo Cepeda y Cepeda, entre otros. Experiencias que no le ha permitido perder su humildad, pues “veo a todos como seres humanos iguales, y entiendo que todo es pasajero. Toda la fama y la gloria que tenemos, al final estrenamos un traje de madera y después del monaguillo hecho cura nos da la extrema opción de viajar sin equipaje y el resto sencillamente es una historia que al poco tiempo se olvida”.
Dentro de su vida profesional, ha recibido múltiples placas de reconocimientos y distinciones por su consistencia y participación continuas, ardua labor, entrega total y desinteresada y, además, fue declarado embajador de la comunicación.
Actualmente labora con el Dr. Francisco Hernández, en la Firma de Abogados Blanco y Hernández y “quien ha sido todo para mí en el área del derecho”. También con Atahualpa Ramírez en Boreal TV, en la división de radio, en la emisora Cumbre FM. Posee su propio blog: Oasisdominicano.blogspot.com. Además, es Segundo Teniente del Ejército Nacional, adscrito a la Segunda Brigada de Infantería, dentro de la cual su misión es la conducción de ceremoniales especiales con el rigor militar. Sin embargo, la conducción de maestrías de ceremonias es su gran pasión, área de la comunicación donde más se ha destacado. A pesar de estar en Santiago, no se ha desvinculado de Mao, conduciendo los eventos más importantes e históricos de la ciudad de los bellos atardeceres.
Miguel de Jesús no se detiene y busca las herramientas necesarias, para en medio de las dificultades escalar la montaña y desde la cima reafirmar su condición de reclamar el espacio justo que sólo se gana trabajando en la sociedad; por tal razón tiene en agenda iniciar una maestría en el área Laboral Administrativa; sin embargo, en cuanto a sus planes futuros, después del pre infarto que sufrió hace poco, ha aprendido que las situaciones fluyen de manera normal, natural y a vivir el día a día; obviamente sin perder de vista las herramientas y las bases que puedan cimentar el porvenir, pero “mi prioridad es el día a día”.
Afortunadamente, Miguel cuenta con Doña Basilia, su madre, quien ha sido su padre y madre a la vez; el ser que él más admira. “Nunca la oí quejarse, se esforzaba para que sus dos hijos, aunque medianamente tuvieran lo indispensable para vivir. Se ocupó de que estudiáramos, de que fuéramos alguien en la vida. Mi mamá es un ser excepcional”.
Además, casualmente en estos días está haciendo el intento de contactar a Roberto Cabada, del Canal 11, Telesistema, pues ha visto que personas han logrado encontrar a su papá, aunque piensa que posiblemente él esté muerto, “es la única manera que tengo de explicarlo, primero abandonó a mi mamá antes de yo nacer, me conoció cuando tenía 7 años, duró 3 días en Mao, se fue de la ciudad y jamás he vuelto a saber de él. Quiero reencontrarme con él, para conocer a mis hermanos, y al resto de mi familia paterna… ese es el lado más triste de mi vida, el no saber qué hacen, qué piensan, qué sienten, en qué nos parecemos. No quiero morir sin conocer a mis hermanos, quizás sea por eso la razón por la cual a muchas personas les dijo Papá y a sus hijos hermanos… y hasta me lo creo”.
Tiene un hijo, quien se llama como él; Miguel de Jesús. Su mayor sueño es ver a “Miguelito” realizado como hombre, como ser humano ante una sociedad que pierde sus valores, verlo crecer en espíritu, en calidad, y en honestidad.
Finalmente, Miguel de Jesús Rodríguez ha comenzado a utilizar una palabra que lo identifica y que ha copiado de uno de sus compañeros de trabajo: “Positivo”, pues es como ha querido estar siempre ante las adversidades, los reveses. “Entiendo que el positivismo nos eleva emocionalmente nos da las herramientas necesarias para en medio de la dificultad escalar la montaña y desde la cima reafirmar nuestra condición de reclamar el espacio justo que sólo se gana trabajando en la sociedad”.
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