La Dirección General de Aduanas (DGA) informó este miércoles que profundiza las investigaciones en torno al comiso del millonario contrabando de medicinas realizado el lunes de esta semana en varios sectores de la ciudad de Santiago, a fin de establecer si los detenidos forman parte de una red más amplia.
Asimismo, expresó que ha reforzado la vigilancia en los puertos, aeropuertos y puestos fronterizos para contrarrestar las acciones de los contrabandistas de medicamentos. Además, desarrolla acciones en todo el país contra los que se dedican a la venta de fármacos reetiquetados, vencidos y contrabandeados.
El Departamento de Inteligencia aduanera, que tuvo a su cargo la realización del operativo que culminó con la incautación de los medicamentos, vehículos, dinero efectivo y cheques –en coordinación con Salud Pública y el Ministerio Público de Santiago– explicó que la entidad venía dando seguimiento a ese caso desde hace más tres meses.
La DGA manifestó que esa labor de inteligencia permitió el apresamiento de Darío Quezada Muñoz, Danilo Quezada Muñoz y Leoncio Rodríguez Mejía, vinculados a la acción ilícita y contra quienes se les impuso una garantía económica de RD$200,000.
El organismo explicó que los medicamentos incautados, traídos desde Venezuela, Perú, Ecuador, Colombia, España y México, fueron introducidos al país de contrabando.
Destaca la unidad de inteligencia aduanera que entre los medicamentos comisados hay originales, falsos y reetiquetados y que los mismos están en poder de la institución a fin de clasificarlos, para poder establecer a cuánto asciende su valor.
En el operativo realizado, conjuntamente con Salud Pública y el Ministerio Público de Santiago, se incautaron tres vehículos, RD$193,750 en efectivo, U$1,750 dólares y RD$915,135 en cheques por cobra. Los vehículos y el dinero –efectivo y cheques– están en poder del Ministerio Público de Santiago, mientras que la medicina está en poder de DGA.
La incautación de las medicinas se realizó en varios sectores de Santiago, donde fueron requisados un almacén, un centro de expendio y una farmacia, en los que eran guardados y se vendían al público.
El organismo explicó que la comercialización de medicinas contrabandeadas, falsas y reetiquetadas atenta contra la salud de la población que la consume y constituye una acción desleal en contra de las personas que se dedican a la comercialización normal de fármacos. Contra tales prácticas —expresa— actuará de manera implacable.
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