ATERRICE PRESIDENTE

Por: José Jordi Veras Rodríguez

El autor es Abogado y comunicador destacado

Los hechos y las estadísticas nos indican que la delincuencia, el narcotráfico y el crimen organizado están por encima de las respuestas que pueden ofrecer los distintos cuerpos represivos y de prevención con que consta nuestro país.

Este panorama sumado al suelo fértil que ofrece toda esa podredumbre en que vivimos en una sociedad que cada día se comporta, hasta dentro de sus principales instituciones como un desorden organizado y una descomposición, son muestras de que las cosas son más graves de lo que nos imaginamos.

El caso de Agosto y Sobeyda, en el cual ha habido fallas del sistema desde el ámbito judicial hasta el de los organismos de seguridad y donde se ha estado relajando al país con los implicados en la fuga del capo y su aparente cómplice de lavado; ambos rebeldes de la justicia. A todo esto vemos tanto del caso Paya, como de los dos imputados mencionados, que el Presidente se muestra sorprendido de lo ocurre en el país que él intenta gobernar.

 Y decimos que trata, porque el primer mandatario debe comenzar a dar muestras de que tiene su reloj en hora para la toma de decisiones que el país necesita ante los graves problemas como los mencionados y que están ocurriendo alrededor de los sectores de poder y que, él, no tan sólo por el sistema de seguridad, inteligencia y de información que posee un mandatario y más de un país con democracia bananera, puede saber, sino por todo lo que le han estado brindado como datos de parte de sus aliados y compañeros de partido que ya lo han tenido que confesar a nivel público de que existen personas de su gobierno ligados con casos del narco y sin embargo, no hemos visto reacción de parte del primer mandatario, al respecto.

El Presidente Leonel Fernández debe aterrizar y dar muestras de que está dispuesto a gobernar para las grandes mayorías y no para sectores oligárquicos y conservadores, nacionales y extranjeros.

 Que está dispuesto, no importa si es o no compañero de partido o quien fuere, a enfrentar la corrupción, sin pasarle la mano con la impunidad. Que no de muestras tan palpables de ser tan complaciente ante hechos que afectan a la institucionalidad del país.

 Que se muestre real y efectivamente preocupado y no realizar ruedas de prensan en las cuales el máximo interés es de que su figura salga beneficiada y sin afectación. Que se haga sentir ante los demás miembros de su gobierno de que usted no se hará cómplice del deterioro que ha estado acusando nuestra sociedad por el crecimiento desmedido de la delincuencia, del narcotráfico y el secuestro.

A veces, da la impresión de que el primer mandatario no tiene control de las acciones de sus subalternos, de las intolerancias de algunos de sus funcionarios, de sus excesos, de sus malas acciones y gestiones y de las denuncias graves de corrupción que se han hecho y de la alta percepción de que su gobierno sea calificado como uno de los más corruptos.

Es hora de que aterrice señor Presidente, dedique tiempo a gobernar por el interés de las grandes mayorías, que al menos, se note más la muestra de que usted no es más de lo mismo, de lo cual estamos todos cansados y hastiados; para eso no se necesita conceptualizar tanto ni se desperdicia tanta capacidad, para esto sólo hace falta hacerse practicante de la politiquería y la demagogia.

Sino no nos equivocamos, en el año 2004, en la toma de posesión, en su discurso, usted indicó, más o menos, a propósito de denunciar y combatir la corrupción y los fenómenos sociales y a sus funcionarios en específico, lo siguiente: “Que no le dijeran al oído lo que no estaban dispuestos a decirle de forma pública”.

Usted tiene, en su aliado, el Dr. Marino Vinicio (Vincho) Castillo y al Senador de Peravia, Wilton Guerrero, compañero de partido, dos personas que le han indicado en público sobre denuncias graves que le han manifestado a usted en privado. Haga acopio de lo prometido para que luego no alegue ignorancia.