Por Dante Andrés Michelena
El autor es un intelectual argentino radicado en pais
Lo que sigue es producto de la pluma de una enorme mujer de mí tierra, una mujer que fue victima de una sociedad que la criticaba por ser madre soltera y por no ajustarse al rol que se entendía debía tener una mujer de su tiempo. Ella fue victima de una sociedad intolerante, machista y sectaria.
Hoy por suerte esa sociedad esta cambiando, pero también lo hace la intolerancia!!! Todavía criticamos aquello que es diferente a nosotros y lo condenamos, lo rotulamos para diferenciarlo y separarlo, y hoy como ayer seguimos calificando y clasificando. Y mientras tanto yo me pregunto: Como se puede juzgar a alguien que es simplemente un...
Alma desnuda
Soy un alma desnuda en estos versos,
alma desnuda que angustiada y sola
va dejando sus pétalos dispersos.
Alma que puede ser una amapola,
que puede ser un lirio, una violeta,
un peñasco, una selva y una ola.
Alma que como el viento vaga inquieta
y ruge cuando está sobre los mares
y duerme dulcemente en una grieta.
Alma que adora sobre sus altares
dioses que no se bajan a cegarla;
alma que no conoce valladares.
Alma que fuera fácil dominarla
con sólo un corazón que se partiera
para en su sangre cálida regarla.
Alma que cuando está en la primavera
dice al invierno que demora: vuelve,
caiga tu nieve sobre la pradera.
Alma que cuando nieva se disuelve
en tristezas, clamando por las rosas
con que la primavera nos envuelve.
Alma que a ratos suelta mariposas
a campo abierto, sin fijar distancia,
y les dice: libad sobre las cosas.
Alma que ha de morir de una fragancia,
de un suspiro, de un verso en que se ruega,
sin perder, a poderlo, su elegancia.
Alma que nada sabe y todo niega
y negando lo bueno el bien propicia
porque es negando como más se entrega.
Alma que suele haber como delicia
palpar las almas, despreciar la huella,
y sentir en la mano una caricia.
Alma que siempre disconforme de ella,
como los vientos vaga, corre y gira;
alma que sangra y sin cesar delira
por ser el buque en marcha de la estrella.
Alfonsina Storni
Alfonsina Storni Martignoni ( Sala Capriasca, Suiza; 29 de mayo de 1892 – Mar del Plata, Argentina; 25 de octubre de 1938), poeta y escritora argentina del Posmodernismo A la una de la madrugada del martes veinticinco de octubre de 1938 Alfonsina abandonó su habitación y se dirigió a La Perla (Una playa de la ciudad de Mar del Plata). Esa mañana, dos obreros descubrieron el cadáver en la playa. La leyenda dice que se internó lentamente en el mar.
El 21 de noviembre de 1938, el Senado de la Nación Argentina rindió homenaje a la poeta en las palabras del senador socialista Alfredo Palacios. Este dijo: «Nuestro progreso material asombra a propios y extraños. Hemos construido urbes inmensas.
Centenares de millones de cabezas de ganado pacen en la inmensurable planicie argentina, la más fecunda de la tierra; pero frecuentemente subordinamos los valores del espíritu a los valores utilitarios y no hemos conseguido, con toda nuestra riqueza, crear una atmósfera propicia donde puede prosperar esa planta delicada que es un poeta».
Su trágico suicidio inspiró la canción “Alfonsina y el mar”, de Ariel Ramírez y Félix Luna, que ha sido interpretada por innumerables músicos de lengua española, destacándose las versiones de Mercedes Sosa, Victor Jara, Andrés Calamaro y Miguel Bosé entre otros.
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