Por Juan Colón
El autor es un artista del Saxofon,residente en los Estados Unidos de Norteamerica
Grabar un jaleo de merengue parece y suena fácil porque se siente jocoso, divertido y nos imaginamos que cualquiera puede tocarlo bien.
Este gran saxofonista nuestro tiene una serie de privilegios que ha logrado desarrollar y sentar un precedente. Al mismo tiempo una escuela viviente para las futuras generaciones.
Donde quiera que se toque merengue, el nombre de este genial saxofonista es considerado como número uno por los grandes méritos desarrollados. Nadie domina el arte de tocar un Jaleo con tantos ingredientes acumulados por un gran proceso de años de estudio y una gran tenacidad para lograr lo buscado y una formidable capacidad de amar sus raíces.
Crispín Fernández Minaya, es el nombre por excelencia para grabar un merengue por lo que todos lo aceptamos y le brindamos nuestro mayor grado de respeto posible. Nació en Villa Vásquez el 20 de Enero del 1946, emigrando a la Capital a sus 15 años.
Somos amigos desde los años mozos cuando tocábamos en combos de los pueblos y en algunos de Santiago y la Capital.
Por mucho tiempo fue músico asimilado de la Banda de la Policía Nacional donde tuvo como su gran mentor a Tavito Vásquez, el cual fue su gran motor, su bujía inspiradora que lo llevaría al desarrollo de su enorme y hermosa trayectoria.
Sus sueños quedaron plasmados con la permanencia de estar al lado de su gran maestro y consejero amigo.
Luego decide emigrar a los Estados Unidos para empezar su dura tarea de convertirse en un músico de gran magnitud para emplear sus conocimientos en el merengue.
Durante su estadía en New York trabaja con Mario Bauzá (músico cubano de buena formación por el que todos anhelábamos pasar), también estudió Flauta con el profesor ruso Henry Lotzni, armonía, y técnica del saxofón con Mario Rivera.
En el transcurso de su tiempo fuera del país trabajó con el Conjunto Quisquella, en Santo Domingo con Johnny Ventura, Papa Molina y varios mas.
También pasó por la orquesta de Tito Puente, Primitivo Santos, etc. Finalmente en 1981 decide retornar a su país.
Cuando empieza la etapa del merengue romántico, Crispín por su capacidad se convierte en la persona adecuada para grabar en los estudios en el menor tiempo posible con una calidad incuestionable. Algo de mucho valor para los disqueros y productores musicales.
Sin saberlo comienza una revolución en la forma de cómo interpretar un jaleo con nuevo estilo, nuevo sonido, expresión, dinamismo, tempo, limpieza, y un swing considerado insuperable.
Empieza Crispin a convertirse en el arquitecto ideal para todas las grabaciones y el sonido ideal que todos los saxofonistas debían tener si les interesaba grabar merengue.
Durante unos veinte y cinco años fue modelo indiscutible de cómo se toca un jaleo. Desde los primeros discos de Juan Luis, Alex Bueno, Sergio Vargas, Ramón Orlando y su Orq. Internacional y un sinnúmero de artistas.
Responsable de un 80% de todo el merengue que se grabara desde el 1981-2002 diríamos.
Si escuchan con detenimiento esas grabaciones de todos esos años, tendrán el placer de escuchar el excelente concepto interpretativo que impregnó en su forma, convirtiéndolo en una escuela viviente y hasta la fecha 2008 es considerado una verdadera autoridad en el difícil arte de grabar un jaleo de merengue.
Es mi amigo personal y mi gran ídolo (no por edad, pues somos casi de la misma) en incontables ocasiones lo he llamado desde NY para manifestarle mi alegría cuando escucho una interpretación suya. Creo ser su mas fiel fanático. Adoro su genialidad interpretativa.
Dentro del mundo del merengue hemos tenido varios colosos, Tavito Vásquez como un genial Solista de merengue, Félix del Rosario, Sócrates de León (Choco) y Crispín Fernández el mas genial saxofonista de estudio. Su formación técnica le permitió el desarrollo de la tranquilidad y swing para interpretarlo todo. No importa que tan difícil sea el jaleo. Interpretado por el suena simple.
Logró crear el milagro de pensar en el bailador y tocarlo como si el fuera un bailador sin pensar en música. Solo sintiendo lo que hace. Un intérprete de geniales condiciones que pasará a la historia como el mas grande saxofonista jamás nacido en nuestro país que haya interpretado un Jaleo de merengue.
Un orgullo para nuestra región, y nuestro país tener un músico de tan extraordinarias dimensiones.
También flautista de la Orquesta Sinfónica y mas tarde maestro de saxofón del Conservatorio Nacional de Música.
Crispín Fernández leyenda de nuestra música que nos ha honrado con su enorme talento, con su sencillez, con su apertura para cualquiera que desee su ayuda. Extraordinario músico nuestro que abrazó en cuerpo y alma el merengue, dejando a un lado sus aspiraciones a otros géneros.
El mas simple Jaleo interpretado por Crispín es un estudio para cualquier saxofonista. No solo por las notas que toca. Todo lo que implica grabar algo profesionalmente. Técnica impecable, tempo genial, swing super hermoso, sonido brillante propio para merengue, dinámica exacta donde debe ir, y una precisión del mas alto nivel que se pueda requerir.
Las condiciones desarrolladas por Crispin merecieron ser el guía de toda una generación y casi la siguiente. Todos de una forma u otra fuimos influenciados por su estilo y copiamos su forma.
Algunos productores musicales llegaron a extremos de exigirle a cualquier saxofonista que tocara como el, de lo contrario no te querían aceptar.
Su hazaña está plasmada en decenas de grabaciones todas con las mas exigentes características que lo hacían merecedora. Talento increíble para llevar lo sencillo a sonar grandioso y a su persona no dejarla ser grandiosa sino mantener la sencillez de lo humano sobre todo.
Ha escrito dos libros de Jaleos de Merengue y grabado Tres Cd’s con su grupo LICUADO, una mezcla de merengue-jazz. Se lo recomiendo por ser un trabajo excelente.
Luchador incansable buscando mejores condiciones de trabajo, de respeto, llegando en muchas ocasiones a ser sacado de los estudios de grabaciones, pero su monstruosa capacidad y falta de alguien con sus condiciones volvían a buscarlo para los trabajos.
Este gran saxofonista nuestro tiene una serie de privilegios que ha logrado desarrollar y sentar un precedente. Al mismo tiempo una escuela viviente para las futuras generaciones.
Donde quiera que se toque merengue, el nombre de este genial saxofonista es considerado como número uno por los grandes méritos desarrollados. Nadie domina el arte de tocar un Jaleo con tantos ingredientes acumulados por un gran proceso de años de estudio y una gran tenacidad para lograr lo buscado y una formidable capacidad de amar sus raíces.
Crispín Fernández Minaya, es el nombre por excelencia para grabar un merengue por lo que todos lo aceptamos y le brindamos nuestro mayor grado de respeto posible. Nació en Villa Vásquez el 20 de Enero del 1946, emigrando a la Capital a sus 15 años.
Somos amigos desde los años mozos cuando tocábamos en combos de los pueblos y en algunos de Santiago y la Capital.
Por mucho tiempo fue músico asimilado de la Banda de la Policía Nacional donde tuvo como su gran mentor a Tavito Vásquez, el cual fue su gran motor, su bujía inspiradora que lo llevaría al desarrollo de su enorme y hermosa trayectoria.
Sus sueños quedaron plasmados con la permanencia de estar al lado de su gran maestro y consejero amigo.
Luego decide emigrar a los Estados Unidos para empezar su dura tarea de convertirse en un músico de gran magnitud para emplear sus conocimientos en el merengue.
Durante su estadía en New York trabaja con Mario Bauzá (músico cubano de buena formación por el que todos anhelábamos pasar), también estudió Flauta con el profesor ruso Henry Lotzni, armonía, y técnica del saxofón con Mario Rivera.
En el transcurso de su tiempo fuera del país trabajó con el Conjunto Quisquella, en Santo Domingo con Johnny Ventura, Papa Molina y varios mas.
También pasó por la orquesta de Tito Puente, Primitivo Santos, etc. Finalmente en 1981 decide retornar a su país.
Cuando empieza la etapa del merengue romántico, Crispín por su capacidad se convierte en la persona adecuada para grabar en los estudios en el menor tiempo posible con una calidad incuestionable. Algo de mucho valor para los disqueros y productores musicales.
Sin saberlo comienza una revolución en la forma de cómo interpretar un jaleo con nuevo estilo, nuevo sonido, expresión, dinamismo, tempo, limpieza, y un swing considerado insuperable.
Empieza Crispin a convertirse en el arquitecto ideal para todas las grabaciones y el sonido ideal que todos los saxofonistas debían tener si les interesaba grabar merengue.
Durante unos veinte y cinco años fue modelo indiscutible de cómo se toca un jaleo. Desde los primeros discos de Juan Luis, Alex Bueno, Sergio Vargas, Ramón Orlando y su Orq. Internacional y un sinnúmero de artistas.
Responsable de un 80% de todo el merengue que se grabara desde el 1981-2002 diríamos.
Si escuchan con detenimiento esas grabaciones de todos esos años, tendrán el placer de escuchar el excelente concepto interpretativo que impregnó en su forma, convirtiéndolo en una escuela viviente y hasta la fecha 2008 es considerado una verdadera autoridad en el difícil arte de grabar un jaleo de merengue.
Es mi amigo personal y mi gran ídolo (no por edad, pues somos casi de la misma) en incontables ocasiones lo he llamado desde NY para manifestarle mi alegría cuando escucho una interpretación suya. Creo ser su mas fiel fanático. Adoro su genialidad interpretativa.
Dentro del mundo del merengue hemos tenido varios colosos, Tavito Vásquez como un genial Solista de merengue, Félix del Rosario, Sócrates de León (Choco) y Crispín Fernández el mas genial saxofonista de estudio. Su formación técnica le permitió el desarrollo de la tranquilidad y swing para interpretarlo todo. No importa que tan difícil sea el jaleo. Interpretado por el suena simple.
Logró crear el milagro de pensar en el bailador y tocarlo como si el fuera un bailador sin pensar en música. Solo sintiendo lo que hace. Un intérprete de geniales condiciones que pasará a la historia como el mas grande saxofonista jamás nacido en nuestro país que haya interpretado un Jaleo de merengue.
Un orgullo para nuestra región, y nuestro país tener un músico de tan extraordinarias dimensiones.
También flautista de la Orquesta Sinfónica y mas tarde maestro de saxofón del Conservatorio Nacional de Música.
Crispín Fernández leyenda de nuestra música que nos ha honrado con su enorme talento, con su sencillez, con su apertura para cualquiera que desee su ayuda. Extraordinario músico nuestro que abrazó en cuerpo y alma el merengue, dejando a un lado sus aspiraciones a otros géneros.
El mas simple Jaleo interpretado por Crispín es un estudio para cualquier saxofonista. No solo por las notas que toca. Todo lo que implica grabar algo profesionalmente. Técnica impecable, tempo genial, swing super hermoso, sonido brillante propio para merengue, dinámica exacta donde debe ir, y una precisión del mas alto nivel que se pueda requerir.
Las condiciones desarrolladas por Crispin merecieron ser el guía de toda una generación y casi la siguiente. Todos de una forma u otra fuimos influenciados por su estilo y copiamos su forma.
Algunos productores musicales llegaron a extremos de exigirle a cualquier saxofonista que tocara como el, de lo contrario no te querían aceptar.
Su hazaña está plasmada en decenas de grabaciones todas con las mas exigentes características que lo hacían merecedora. Talento increíble para llevar lo sencillo a sonar grandioso y a su persona no dejarla ser grandiosa sino mantener la sencillez de lo humano sobre todo.
Ha escrito dos libros de Jaleos de Merengue y grabado Tres Cd’s con su grupo LICUADO, una mezcla de merengue-jazz. Se lo recomiendo por ser un trabajo excelente.
Luchador incansable buscando mejores condiciones de trabajo, de respeto, llegando en muchas ocasiones a ser sacado de los estudios de grabaciones, pero su monstruosa capacidad y falta de alguien con sus condiciones volvían a buscarlo para los trabajos.
Logró elevar el precio de las grabaciones, luchando solo en un principio. Luego otros músicos lograron seguirlo y también empezaron a exigir mejores condiciones.
Mi gran honra a este genial músico nuestro el cual me honra sobremanera ser su amigo y tenerlo como mi ídolo y gran maestro en el arte de tocar un Jaleo.
Mi respeto y admiración eterna a mi gran hermano Crispín, un abrazo fraternal.
Mi gran honra a este genial músico nuestro el cual me honra sobremanera ser su amigo y tenerlo como mi ídolo y gran maestro en el arte de tocar un Jaleo.
Mi respeto y admiración eterna a mi gran hermano Crispín, un abrazo fraternal.
Juancolon52@hotmail.com
tremendo de maestro a maestro que tremendo respeto se nota en esas palabras . Dios continue bendiciendo a ambos. Comoe studiante de saxofon dominicano se que el Jaleo se escucha bonito pero facil de tocar no es y con la limpieza que expresa el amestro Colon mas dificil aun. cualquiera toca rapido pero limpio con exactitud en los tiempos muy pocos. Gracias maestro por esta breve Bio muy interesante.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo: Edwin escribió unas hermosas palabras acerca de la Biografia sobre Crispin.
ResponderEliminarahi va: Edwin,,,muchas gracias por tus hermosas palabras,,,,Crispin se merece eso y mucho mas,
es nuestra gran gloria y modelo.....Amo su musica y su estilo....Gracias
Afectos de JUAN Colon
Excelente Bio del maestro Fernández. Soy fanático del merengue, escucho música del comandante Rivera como ejemplo y a pesar de no ser Dominicano, me gusta la historia musical RD.
ResponderEliminarSaludos.