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lunes, 3 de agosto de 2009

AMOS Y SEÑORES.


Por: José Jordi Veras Rodríguez.
El autor es Abogado y analista politico y social en la television dominicana



Qué tanto vamos a requerir los dominicanos y dominicanas que deseamos que las cosas comiencen a cambiar para un mejor sistema y una mejor forma de convivencia y donde realmente se cumplan y se apliquen las leyes.


Nosotros es posible que podamos tener un amplio y diversificado esquema de disposiciones legales sin embargo, el verdadero problema estriba en su aplicación y en la voluntad de hacerlo, sin importar si el afectado es un compañero de la base o del Comité Central o es un primo, un hermano un ser querido o compadre, cumplir y hacer cumplir las leyes, que estribillo tan difícil de hacer cumplir y hacerlo realidad.

Mientras a nuestras principales instituciones continúen llegando personas sin escrúpulos, sin educación, sin capacidad y sin recato moral probada, que tan sólo está en el sitio o puesto público, es porque hizo un trabajo político para un partido sin mucho esfuerzo intelectual ni moral, hoy es capaz de estar en el Congreso un gran energúmeno.

Habrá que preguntarse qué les sucede a la gran mayoría de los que llegan a la Cámara de Diputado o al Senado, que todo lo que podemos imaginarnos en los límites que van en contra de la ética y el respeto a las leyes, es posible que se lleve a cabo desde el Congreso.


Hace poco en el conocimiento o continuación de la creación de la Constitución, esa que ha sido catalogada como la más conservadora y en ciertos aspectos atrasada y no representativa de las máximas aspiraciones de la mayoría del pueblo dominicano, una gran parte de los asambleístas decidieron, primero, aumentar la cantidad de puestos o curules a 190 escaños, cuando se suponía que se mantendría, congelaría o se reduciría los puestos congresuales, sin embargo, no sólo ha bastado el aumento para las próximas elecciones que de cuatro se lleven a seis años el período de los que sean elegidos en las elecciones municipales y congresuales.

Ahora bien, no solamente hubo esa conformidad, sino que se dejó de aprobar un articulado o disposición que le obligaba a los congresistas, dar explicación sobre los recursos que manejan. Tomaron como fundamento para evitar tal disposición bajo el argumento de que ellos no manejan recursos.


Imagínese usted amigo lector, si quien supone ser uno de los principales poderes del Estado, quienes realmente deberían ser los más llamados a ser los representantes directos de los ciudadanos y que suponen deben ser los que brinden el ejemplo a los que ejercen en las demás instituciones, son los primeros que alegan que no se les puede tocar ni con el pétalo de una rosa, son una especie de amos y señores en la tierra.

Se ha llegado a pensar que todo el que asume el papel de senador o diputado es un “hombre o mujer por encima de los demás”, es un Dios sobre el Estado Dominicano, manejan recursos por doquier, sin muchas implicaciones ni tampoco que rendir muchas cuentas, por esto hemos visto como son fueron los primeros que después de la entrada en vigencia de la Ley 87-05, sobre el Sistema de Seguridad Social, que se hicieron aprobar un seguro de salud particular y al margen del legal, haciendo una carga mayor para los contribuyentes. Es por lo indicado que los senadores manejan recursos a través del “barrilito” sin contr


ol, cuando gastan millones y millones al año, con la única vigilancia que su conciencia, si es que la encuentran. Entonces son una especie de amos y señores a quienes nadie puede tocar ya que tienen en sus manos instrumentos para juzgar a otros, pero no permiten que a ellos se les fiscalice sus acciones.

Muchos llegan vendiendo ilusiones y promesas de cambio y de progreso para un país que se ha cansado de esperar y al parecer se muestra impotente ante tanto terrorismo de la vagabundería y una vez se hacen senadores y diputados, en su mayoría se dedican a engrandecer sus arcas particulares y las de su partido y crearse privilegios que los convierten en su siquis que están por encima de la ley del hombre y de Dios.

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