EL AYUNTAMIENTO PROHIBIÓ LA CIRCULACIÓN DE AUTOBUSES Y CAMIONES EN EL CASCO URBANO, PERO LA VIOLACIÓN DE ESA MEDIDA HA CAUSADO ACCIDENTES

En el transporte público urbano en Santiago predomina los carros de concho o "conchitos", como los llaman aquí, y funcionan también en la zona suburbana.

Por Grisbel Medina

SANTIAGO.- Cinco mil 600 carros de concho circulan diariamente en los 478.4 kilómetros cuadrados de extensión que tiene el municipio de Santiago. En los vehículos con capacidad para cuatro pasajeros se aprietan, por mandato de choferes, seis personas, luego de cantearse, porque tampoco fian, a trece pesos por servicio.

El transporte público urbano, conocido popularmente como “carro e’ concho” o “conchito”, funciona tanto en el Centro Histórico (área comercial antigua de la ciudad, donde se fundó Santiago luego del terremoto de Jacagua de 1842), como en zonas suburbanas como Las Palomas, Puñal, Canabacoa, Guayabal, Baitoa, Laguna Prieta, Hato del Yaque, entre otras.

Estos 5,600 “conchitos” están agrupados en 27 rutas creadas por el Ayuntamiento. La más antigua es la Ruta B, que entra y sale de Bella Vista (al otro lado del puente Hermanos Patiño) fundada en 1961. Un detalle importante es que los recorridos oficiales son bautizados con la primera letra del sector al que sirven. Por ejemplo, la G de la comunidad de Gurabo, N de Nibaje, E de El Ejido, la H de Hato Mayor, la PC de Puñal-Colorado y PA de Pista-Aeropuerto, entre otros ejemplos. La última hilera de vehículos livianos echados andar es la ruta RPA que también surcará Bella Vista.

Juan Marte, presidente de la Central Nacional de Trabajadores del Transporte, develó el interés monetario que mueve o limita la instauración de las rutas. “La decisión está entre choferes, regidores y el síndico. Dependiendo de la cantidad de dinero, se mueve la voluntad”, expresó el empresario del transporte. Marte aseguró que desde el punto de vista vial, los conchos “son un anacronismo” del sistema. A su juicio, se impone la colectivización para resolver el problema del tráfico vehicular.

A menudo los conchos compiten por pasajeros y en ese afán aportan sus bocinazos a la contaminación auditiva. Eso, sin contar las constantes faltas a las leyes de trásito. Es común, ver los “conchitos” estacionados en la curvita de doblar a la derecha y detenerse en cualquier lugar por sólo citar dos casos. Otro atentado contra la vida es el tanque de gas que la mayoría engancha detrás de la cabeza de los pasajeros.

El negocio de las franjasCada franja o ribete de un carro de concho cuesta entre 200 y 300 mil pesos dependiendo de la ruta. La A, con rumbo desde Hoya del Caimito hasta el Ensanche Libertad, es la más costosa y le sigue la M que prácticamente le da la vuelta al municipio. Juan Marte dijo que el 90% de los dueños de franjas no son los choferes, cuya vida se escurre frente al volante.

“Las franjas pertenecen a inversionistas privados, cooperativas y gente que luego se las alquila al conductor, a veces con todo y carro”, declaró. Las Cooperativas Mamoncito y La Altagracia son dueñas de varias. Por las calles del casco urbano, construídas para coches hace más de 400 años, está prohibida la entrada de vehículos de gran capacidad. La reglamentación, violada todos los días, evitaría que en vías estrechas confluyan guaguas y autobuses junto a vehículos livianos.

“Lo que sucede es criminal, pero la ciudadanía se ha acoplado al caos, el país vive del caos y el caos ha demostrado ser muy rentable. Por eso, establecer las reglas no genera dinero y todo sigue así”, refirió Marte de CNTT.

La flotilla de las empresas de autobuses Metro, Caribe Tours, Aetra Bus y Transporte Espinal, circulan en la ciudad. Aetra Bus tiene una parada justo en la avenida Las Carreras donde han muerto varias personas en accidentes ocasionados por guaguas y camiones. La última víctima fue la estudiante universitaria Iris M. Fernández Marmolejos, aplastada por un camión Mack el 6 de febrero de este año. La joven regresaba a su casa en un carro de la K cuando el volteo impactó varios vehículos y dañó la parte frontal de una licorería.

AnálisisEn el artículo “El papel del concho”, publicado en Clave Digital, el especialista en temas urbanos y ambientales, Erick Dorrego, hizo el siguiente análisis: “La irracionalidad de construir ciudades basadas en el uso del automóvil como medio de movilización pública, produce dividendos nefastos para una sociedad económicamente necesitada.

El concho debe ser evaluado con minuciosidad para definir su papel dentro de un Plan Estratégico de Transporte Público.

Un estudio señala que durante una hora, en un espacio de 3 a 5 metros el vehículo o concho sólo tiene capacidad para 2,000 personas, siendo la modalidad con menor capacidad frente al autobús que es de 9,000 y el tren 22,000. El concho necesita de más espacio para transportar un mayor número de personas.

El debate sobre el concho comienza; los actores involucrados deben plantear los puntos fuertes y débiles para que juntos definamos un sistema criollo de movilidad para nuestra nación”.

REFERENCIAS SOBRE MOVILIDAD URBANAPASAJE: En 1991, el pasaje de concho en Santiago costaba RD$2.50. En esa época circulaban las guaguas de transporte colectivo denominada “Las Banderitas” que ahora forman parte del cementerio de chatarras de la OTTT. Hoy, una ida en “concho” cuesta trece pesos

GAS: Aunque la mayoría funciona con GLP (Gas Licuado de Petróleo), los sindicatos se valen del aumento de la gasolina para subir constantemente el monto a cobrar por pasajero. Además, antojadizamente suben el costo los días 22 y 23 de diciembre, alegando necesidad de doble sueldo. Por la demanda de GLP, también proliferan estaciones dedicadas a suplir gas tanto a vehículos públicos como a los de lujo con el doble sistema.

DOMICILIO: Cada ruta tiene sindicato y domicilio. Normalmente está en el mismo trayecto atravesado por los carros. Uno de los colectivos más organizados es el Sindicato de la Ruta K, con oficina en la Yapur Dumit. “Esta ruta es la que tiene los carros con mejores condiciones, respetan al pasajero y si se le queda algo, lo puede procurar en la casita de la ruta”, informó Kelvin José Uceta, residente en Los Jazmines, al sur de la ciudad. Su correo electrónico es sindicatorutak@hotmail.com

Domingo Matías es el secretario general del grupo regido por estatutos, que ostenta una cooperativa y se da el lujo de realizar fiestas navideñas con rifas para sus miembros.
QUEJAS: Casimiro Portes, residente en Monterrico, dijo que la ruta más desorganizada, con los choferes más violentos e imprudentes en la calle son los de la ruta F de Cienfuegos, quienes, a su juicio, andan armados, irrespetan a la gente y no les importa desplazarse por encima de quien sea.

INSPIRACIÓN: El mambero Roldin Mambo canta el tema “Carro de concho”cuyo vídeo relata las penurias de la comunidad usuaria de este tipo de transporte.