Quien envia esta nota es un conocido comunicador de la ciudad de Santiago
Por Carlos Benoit
Saludos amigos, cada vez entiendo más por qué mi difunto abuelo odiaba tanto a Trujillo y por qué estubo preso por causas políticas durante ese régimen. Espero que entiendan y puedan o deséen difundir esta situación como yo lo haré en tantos medios de comunicación nacionales y del extranjeros como pueda, de modo que el mundo sepa lo que realmente está pasando en República Dominicana y lo que verdaderamente está instaurándose aquí.
Santiago, República Dominicana.- Desde hace algunos días distintas comunidades de República Dominicana arden en llamas, en medio de protestas pupulares, llevadas a cabo por grupos de ciudadanos que reclaman agriamente el cumplimiento de las promesas con que en campaña el partido hoy en el poder y sus aliados pudieron capturar sus inocentes votos.
Una de esas comunidades es la histórica Jacagua, un campo de la ciudad de Santiago de los Caballeros, donde se encuentran las Ruinas de Santiago Viejo, asentadas allí por los colonizadores españoles en 1504, como su segundo asiento. Desde el atardecer del pasado lunes 16 dicha comunidad entró en un violento paro general, ya que la carretera de allí fue comenzada a reparar previo a la campaña de las pasadas elecciones presidensiales de mayo del 2008, lo mismo que la reparación del acueducto del lugar y, como ha ocurrido en la mayoría de localidades rurales del país, los trabajos quedaron inconclusos y la carretera quedó en peor estado que como se encontraba antes del inicio de la reconstrucción.
En la tarde de este jueves 19 mientras tropas de la Policia Nacional de Santiago intentaban retirar los numerosos escombros de la carretera llamé a mi anciana madre de 74 años para que respondiera a una llamada telefónica que le habían hecho (y que yo había contestado) pero ella no respondió.
De inmediato salí a buscarla para recibir una de las más desagradables sorpresas de mi vida: mi madre estaba al frente su propiedad, en el cruce de la entrada de Los Cocos, implorándole con los ojos aguados a las tropas de la policía que no le destruyeran su jardín que con tanto amor y dedicación había plantado al paso de los años y que no siguieran lanzando los escombros (ramas de árboles gigantescos) sobre la alambrada de su propiedad, pero ellos se burlaron de ella y continuaron lanzando los escombros rompiendo nuestra alambrada y algunos postes de los que la sostenían.
Al llegar yo y ver a mi madre en una situación como esta reaccioné como cualquier hijo lo haría al ver su madre en una situación como tal, propia de regímenes despóticos y tiránicos y no de una democracia como en la que se anuncia vivimos.
Reclamé enérgicamente al supuesto comandante de la numerosa patrulla (mas de 50 policias armados de armas largas y cortas) y el mismo nos amenazó a ambos blandiendo su arma (escopeta) y vociferando amenazas, gritándonos tanto a mi como a mi madre que por qué no salimos a enfrentar las turbas armadas de tígueres cuando estaban protestanto.
Tras el incidente, al verme tan airado y dispuesto a cualquier cosa por mi madre decidieron marcharse, dejándo parte de nuestra alambrada destruida y gritando improperios hacia mi madre y yo. Es increible que en el 2009 esté sucediendo esto en un gobierno de un partido por un ciudadano tan histórico como lo fue Juan Bosh.
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