Autor José Tiberio Castellanos |
quijotada, me he preguntado qué otros factores además de los varios
Un factor que algunos consideran importante es la edad. No
parece que un hombre de más de cuarenta años sea ideal para el tipo de
lucha que esos valientes se proponían. Cierto es que Lucas Pichardo
tenia sesenta años, Pipí Fernández Mármol, andaba cerca de esa edad, y
Virgilio y Silin Mainardy, Felix Servio Figueroa, Tulito Arvelo,
Miguelucho Feliú Arseno, pasaban ya de los cuarenta.
Menciono nombres de compañeros de exilio en La Habana. Y entre
los mencionados algunos no llegaron a desembarcar pero sí se entrenaron
para esa lucha.
Ciertamente, entre
los hombres llegados de Venezuela y otros lugares, hubo también alguno
que otro de más de cuarenta. Pero la mayoría de los expedicionarios eran
jóvenes. Yo, particularmente, no creo que ese fue un factor importante
en esa lucha. Además, varios de esos que ya no eran jóvenes eran
veteranos de guerras y otras acciones.
Alguno podría alegar algo en cuanto al entrenamiento. Estuvieron en
Mil Cumbres desde fines de enero hasta la segunda semana de junio. Tiempo
suficiente, no para entrenar tropas especiales. Pero sí suficiente tiempo para un entrenamiento de guerrilleros.
Hubo, según me parece advertir, de parte de los organizadores del
desembarco,
un conocimiento muy pobre de la realidad dominicana de esos días de
junio del 59.. Parece no conocían si esas montañas de Constanza estaban
suficientemente pobladas y cultivadas. Mucho menos conocían los puntos de
vista de la escasa población de la zona.
Otra cosa que supongo pudo ser diferente fueron
los desembarcos por la costa norte. Como no se pudieron hacer
conjuntamente con
el aterrizaje del avión en Constanza, y hubo que hacerlos unos dias después,
lo lógico, se me ocurre a mi, hubiera sido cambiar entonces los lugares de
desembarco,
por si las moscas, como suele decirse. Todavía hoy, yo no entiendo cómo
esos lugares con nombres y otras especificaciones, estaban marcados en
papeles que cayeron en manos de los militares de Trujillo..
Todavía buscando algunos factores de la derrota de estos
héroes, será útil recordar el impacto que tuvo en muchas mentes
el aparente paseo triunfal de la guerrilla de Castro sobre el ejército de Batista.
Y, ciertamente, ni hubo paseo triunfal. Ni mucho menos fué la guerrilla de Castro
el único importante factor en la derrota de Batista. Pero, antes de la
llegada a La Habana de los guerrilleros de Fidel, ya estaba en marcha,
con poemas y canciones, la Leyenda de La Sierra Maestra.
Por otra parte, pienso no será muy dificil para muchos,
advertir que todo lo anterior son divagaciones de este viejo
pimentelense de casi noventa años en la soledad de su apartamento de
Allapattah.
En enero de 1959 los vi llegar a la Habana. Venían de Venezuela,
de
New York, de Puerto Rico y algunos de Europa. VENÍAN A MORIR POR SU
PATRIA. (Si José Horacio Rodríguez y Reinaldo Sinjtiago quisieron decir
otra cosa en aquella reunión de los primeros días de enero en la
imprenta de Pipí
Fernández en la calle Monte, lo que yo entendí que ellos dijeron fué eso: que venían a morir por su patria).
Pertenecían a varias generaciones de antitrujillistas.
Veteranos de Luperón,y de Cayo Confite. Eran hombres de izquierdas, de
derechas, de centros.
Venían de diferentes clases sociales y de diferentes profesiones y oficios.
Y eran muchos. Sí, eran muchos, si tomamos en cuenta la
condición especial, única, de cada uno de ellos: hombres libres en una
sociedad sojuzgada.
Y mucho perdimos con su ausencia el país y yo.
Y tengo la dolorosa impresión que el pueblo dominicano los ha olvidado. Eso al menos me parece a mi.
Cuando yo regresé a Santo Domingo de mi exilio en La Habana,
en el año 1963 ( habían pasado solamente cuatro años desde Junio 14 del 59).
Nadie
se acercó a mi con una pregunta sobre Cuco Peña o Manolo Lorenzo
Carrasco o Felipe Maduro Sanabia, o cualquier otro de esos valientes con
quienes yo conviví casi diez años en La Habana. Comprendo que en esos
días de agosto del 63 había otras preocupaciones quizas mas importantes.
Es posible que así sea. Nadie hablaba del tema.
Yo, hubiera agradecido entonces hasta una pregunta
capciosa o intencionadamente ofensiva, que nadie mi hizo. ¿Y por
qué, carajo, usted no vino con esos muchachos?
"Y que toda victoria tiene melancolía.
Taciturno perfil de mariposa inquieta.
Justa gloria aunque no hayan ruidos sobre el tejado.
Ni crucen en las horas solas de lejanía,
Ni un rumor, ni una azaña secreta, ni un vencido poblado."
Un abrazo.
Un abrazo.
Tiberio, cuando vuelva a Miami iré a pasarme un rato contigo para que hablemos de "cuerpo presente" sobre este tema, así como el de la guerrilla de Caamano de 1973. Si damos un vistazo a las historias de invasiones a nuestro territorio, nos vamos a encontrar que la única que fue exitosa fue la de Juan Sanchez Ramirez en 1809; cuando se sacaron a los franceses de la parte orientar de la isla. La batalla de Palo Hincado fue la culminación de esta epopeya conocida como "La Reconquista". Sanchez Ramirez tuvo éxito porque la situación interna del país eran favorables. Todas las demás invasiones han ocurrido con un completo desconocimiento del momento que vivía la sociedad. La ultima asombrosa metida de pata, fue la de Caamano, quien depositó su confianza en personas dubitativas y ambiguas. Te cuidas que de los malos ya quedamos pocos ja ja ja ja ja ja !
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