Bogotá, (EFE).- Con satisfacción y promesas de respaldo recibió este sábado la comunidad internacional el "histórico" acuerdo alcanzado en Honduras por las comisiones del depuesto presidente, Manuel Zelaya, y el Gobierno de facto de Roberto Micheletti, con el que se busca poner punto final a la crisis de ese país.
Uno de los primeros en reaccionar fue el propio Zelaya, quien aseguró que el "histórico" convenio logrado anoche constituye un "triunfo para la democracia hondureña y (...) el retorno de la paz para el país".
Por su parte, el jefe de la delegación de Micheletti, Armando Aguilar, dijo que "no hay vencedores, no hay vencidos, ha ganado Honduras" y destacó que el convenio implicará "la normalización de todas las relaciones diplomáticas y consulares".
Sin embargo, el acuerdo que establece que el Parlamento decida sobre la restitución de Zelaya, derrocado el 28 de junio, y la conformación de un Gobierno de reconciliación nacional, entre otros aspectos, "no quiere decir que (...) ya se resolvió la crisis", explicó hoy a Efe Carlos Reina, asesor del depuesto mandatario.
"Quiere decir que se inicia el proceso que debe culminar con la restitución del presidente Zelaya", declaró Reina por teléfono desde la embajada de Brasil en Tegucigalpa, donde acompaña al depuesto gobernante desde el 21 de septiembre, cuando regresó de manera sorpresiva al país luego de ser expulsado por los militares.
Más allá fue Patricia Rodas, canciller del Gobierno de Zelaya, quien afirmó desde Panamá que la restitución del presidente depuesto en el poder "debe ser inmediata", incluso hoy mismo.
Pese a estos pronunciamientos del entorno zelayista, los actores involucrados en el diálogo hondureño y gran parte de la comunidad internacional, además de mostrar su alegría, pidieron un compás de espera razonable frente al acuerdo, al que ven como un paso más, aunque decisivo, para que el país recupere la normalidad.
Así, el presidente de Costa Rica y mediador en la crisis, Óscar Arias, admitió que "no va a ser fácil llegar a acuerdos" que consoliden lo pactado, pero manifestó su deseo de que "todo transcurra bien".
Además, recordó que el Acuerdo de San José que él impulsó para llegar a una solución en Honduras busca revertir por primera vez un golpe de Estado en América Latina.
"Vamos a ver si eso se va a lograr, ya no depende de la voluntad de una persona, ni de un pequeño grupo de personas, sino de muchos, pero ese fue el espíritu y ojalá esa fuera la señal que podamos enviar al resto del mundo, no solo a América Latina: somos capaces de restituir el orden constitucional", dijo.
El subsecretario de Estado de EE.UU. para el Hemisferio Occidental, Thomas Shannon, coincidió en que la aplicación del acuerdo será "complicada y va a necesitar mucha cooperación de la comunidad internacional", pero destacó que el país va por "buen camino" para la celebración de las elecciones del 29 de noviembre.
El secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza, resaltó el "sentido patriótico (mostrado) por ambas partes" y felicitó a la comunidad internacional por mantener la unidad.
"El diálogo se demoró más de lo que esperábamos, pero al final tuvimos resultados constructivos", apuntó, al subrayar que terminó una etapa y que ahora hay que continuar con lo acordado, como el envío de una comisión de verificación y una misión para los comicios de noviembre.
Insulza indicó, además, que se convocará una Asamblea del organismo para analizar la situación de Honduras, suspendida desde junio de participación en el organismo hemisférico, en la que "probablemente se levante la sanción".
A través de su portavoz, Michele Montás, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, manifestó su esperanza en que "Honduras esté ahora en el camino hacia la restauración plena del orden democrático y constitucional".
"Lo que ha pasado en Honduras" es "un aprendizaje para aquellos que amamos la democracia en América Latina", dijo el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, quien confió en que el acuerdo "sea cumplido", Zelaya "pueda presidir las elecciones" y el país vuelva a la normalidad.
"Pareciera que hay un horizonte abierto" para la democracia y la vuelta del hilo constitucional en Honduras, comentó a su vez el gobernante venezolano, Hugo Chávez, quien hoy recibió a Lula para una reunión de trabajo, e insistió en que no van a permitir el regreso de los "dictadores y los gorilas a América Latina".
El embajador de Venezuela ante la OEA, Roy Chaderton, fue más cauto al considerar "apresurado" celebrar cualquier decisión hasta que se vea el "compromiso total".
"Mi delegación no se suma a ningún jolgorio ni bailará antes de que el director de orquesta haya subido de nuevo a la tarima", dijo Chaderton, en referencia a la restitución de Zelaya.
"En Honduras estamos viviendo un momento histórico para la democracia en América porque se ha consolidado que los golpes de Estado no son tolerables en América Latina", dijo el ministro chileno de Exteriores, Mariano Fernández.
"Hemos impedido que el golpe de Estado en Honduras se convirtiera en un precedente para la región, hemos evitado la vuelta al pasado", declaró hoy a Efe el canciller de Argentina, Jorge Taiana, quien dio por sentada la restitución de Zelaya y "la vuelta a la plena normalidad institucional".
La cancillería mexicana coincidió en que el convenio "pone de manifiesto la voluntad política de preservar y consolidar los avances democráticos y el Estado de derecho en Honduras y en América Latina".
El Gobierno de Paraguay dijo que el acuerdo "pondrá fin a una serie de sanciones, bloqueos y ruptura de relaciones diplomáticas" generadas tras el "quiebre institucional en el sistema democrático" hondureño.
Ahora hay que "respaldar las elecciones del 29 de noviembre y que las fuerzas políticas en el Congreso logren esta gran reconciliación nacional donde estén representados" todos los sectores hondureños, expresó el vicepresidente y canciller de Panamá, Juan Carlos Varela.
Al igual que los diferentes Gobiernos de América, en la Unión Europea, que tampoco reconoce al régimen de Micheletti, se recibió con satisfacción el acuerdo logrado en Honduras, el cual prometió respaldar.
El jefe del Ejecutivo español, José Luis Rodríguez Zapatero, afirmó que su país trabajará "intensamente" para el convenio se consolide y "la democracia y la estabilidad" retornen al país.
El canciller francés, Bernard Kouchner, indicó que el acuerdo "abre la vía al restablecimiento del orden constitucional" y al retorno de Zelaya a sus funciones, por lo que su nación "está dispuesta a contribuir a ese proceso" a través de la observación de los comicios.
La Comisión Europea ya "está estudiando con los Estados miembros la contribución que la Unión Europea puede hacer para consolidar este acuerdo" y, en particular, para ayudar en el proceso electoral, apuntó la comisaria de Exteriores, Benita Ferrero-Waldner.
Y aunque la comunidad internacional se mostró aliviada por el nuevo rumbo que tomó la prolongada crisis hondureña, que ya completa cuatro meses, Arias recordó que, si llega a buen término esta coyuntura, todavía hay mucho más en qué trabajar.
"Los hondureños no tienen la mejor Constitución del mundo y (...) ciertamente necesita ajustes", consideró.