El "principal obstáculo" que atraviesan Cuba y
EE.UU. para normalizar sus relaciones es "su colosal desconocimiento
mutuo" tras más de medio siglo de bloqueo, explicó en una entrevista con
Efe el profesor José Buscaglia, miembro de la delegación neoyorquina
que viajó esta semana a la isla.
Buscaglia, que hizo parte del grupo de empresarios
y expertos que visitaron La Habana encabezados por el gobernador de
Nueva York, Andrew Cuomo, lleva más de 20 años viajando a la isla y
promoviendo el intercambio educativo entre los dos países a través del
programa que dirige en la Universidad de Buffalo (Nueva York).
Según asegura, este primer contacto de un gobierno
estatal estadounidense con las autoridades cubanas tras el anuncio del
deshielo el pasado diciembre responde a la certeza de ambos de que "se
trata de dar pasos cortos, pequeños pasos, pero siempre en el marco de
una visión a largo plazo"; y sirve, precisamente, a esa necesidad de
"conocerse mejor".
Más allá de las preocupaciones en materia de
derechos humanos a las que todos aluden cuando se trata de este nuevo
proceso político, Buscaglia insiste en que el mayor de los problemas
radica en que el embargo ha impedido que los dos países se conozcan.
"Lo que hay -apunta- es un desconocimiento
bastante colosal de cómo funciona cada país, entre los pueblos y entre
sus dirigentes.
"Son países -prosigue- que siempre están
pendientes el uno del otro, pero en este tipo de contactos, por mucha
destreza que tengan los políticos, el proceso se corta porque no siempre
se habla en el mismo idioma ni en la misma frecuencia".
Según advierte, "que dos sociedades se entiendan
es algo mucho más complejo" y los dos países tendrán que buscar "un
idioma común más allá de la lengua, un imaginario".
"Hay que entender lo que los cubanos han estado
haciendo en los últimos 56 años: es un sistema único, en algunas cosas
lo hicieron muy bien y en otras fracasaron. Son un pueblo muy bien
preparado y un pueblo emprendedor, comparten con EE.UU. un sentido de
compromiso hacia la libertad aunque la conciban de distintas maneras",
indica.
"En algún momento -agrega- ese entendimiento llegará, pero tenemos que ir despacio, porque el abismo es muy alto".
Buscaglia, que aplaude "la valentía" del
presidente estadounidense, Barack Obama, por haber decidido dar una
oportunidad al aperturismo, considera no obstante que EE.UU. "tiene que
aprender a escuchar mejor, no sólo a Cuba, sino también al resto de
América Latina".
"Por el lado cubano -añade-, siempre hay un recelo
y una paranoia que es parte de lo que siempre ha sido ese proceso.
(...) Pero el hecho es que ambos países tienen verdaderas razones para
acercarse y hay un sentido de urgencia de que estas relaciones se tienen
que retomar porque hay intereses bastantes peligrosos al acecho".
Es "innegable", continúa, la posición geográfica
que ocupa Cuba como "la llave de las Américas", tal y como se la conocía
en tiempos de la colonia española, y los intereses de China en América
Latina, el proyecto del canal de Nicaragua, y la delicada salud de la
economía cubana y las amenazas del narcotráfico son asuntos que EE.UU.
debe abordar.
"Los peligros que acechan son grandes, a todo el
mundo le conviene que Cuba pase por una transición e incluso los
hermanos (Fidel y Raúl) Castro lo han reconocido a su manera",
considera.
Respecto al polémico asunto de los derechos
humanos, el experto cree que "no mucha gente es capaz de hablar con
propiedad sobre el tema", y recuerda que, aunque existen violaciones de
los mismos en La Habana, "también los hay al otro lado de la verja en la
misma isla", donde se encuentra el penal de la bahía de Guantánamo, en
manos estadounidenses.
Durante su visita con Cuomo, el cubanista acudió
junto a la canciller de la Universidad Estatal de Nueva York (SUNY),
Nancy Zimpher, a la Universidad de La Habana para proponer un consorcio
entre los dos centros educativos.
En la reunión con su vicerrector, Frank Gonzalez, y
con la directora de Relaciones Internacionales, Magda Luisa Arias,
dialogaron sobre este proyecto que, a su vez, pretende ofrecer a los
estudiantes de ambos países vínculos con empresas en las que puedan
desarrollar sus perfiles profesionales y que el intercambio educativo se
multiplique.
Respecto al embargo que recae sobre la isla, el
director del Programa de Estudios Caribeños y Latinoamericanos de la
Universidad de Buffalo está convencido de que resultará "un objeto
obsoleto", ya que paulatinamente se irán retirando las prohibiciones y
restricciones que recaen sobre La Habana en las distintas áreas.
"Por la parte cubana, lo que más les urge es que
los saquen de la lista de países que apoyan el terrorismo, porque les va
a facilitar el acceso al crédito", agrega el profesor sobre la decisión
estadounidense de retirar a Cuba de ese listado, algo que, si el
Congreso de EE.UU. no lo impide, se efectuará en unas semanas.
Pese a su inevitable lentitud, Buscaglia reconoce
que el pueblo cubano "ve en este proceso una nueva etapa para su país",
pero desea "que esas esperanzas estén fundamentadas en el convencimiento
profundo de que la mayor parte del trabajo les va a tocar a ellos". EFE
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