El presidente de Ecuador, Rafael Correa, dijo desde un hospital en Quito que no negociará con un grupo de policías que se sublevó contra el gobierno por una disputa salarial.
"Salgo de aquí como presidente o como cadáver", aseguró el mandatario tras indicar que no ha dado la orden para repeler a los efectivos de la Policía Nacional para evitar más violencia.
"Ellos no me han permitido salir" dijo Correa y agregó que tienen rodeadas todas las salidas del hospital de la policía.
"No voy a firmar nada bajo presión, no voy a claudicar", aseveró Correa al canal de televisión pública que está transmitiendo en cadena nacional a través de toda la red de televisoras privadas.
Medios denuncian agresión y censura
La organización Fundamedios denunció al menos 14 agresiones en contra de periodistas, que incluyeron golpes y retiros de cámaras fotográficas y de video.
Además a las 14:00 el gobierno dispuso a todas las estaciones de televisión y radio del país suspender su programación y transmitir la señal emitida por los medios de comunicación del Estado de forma "indefinida e ininterrumpida hasta segunda orden”.
Avanzada la tarde, el canal estatal Ecuador TV reportó que policías y civiles ingresaron a sus instalaciones y provocaron destrozos con la demanda de tener un espacio para exponer sus puntos de vista contrarios a la versión gubernamental.
Horas antes el gobierno declaró el estado de excepción ante la sublevación de las unidades policiales tanto en Quito como en otras partes del país.
Los efectivos policiales tomaron los cuarteles policiales en la capital y otras ciudades en rechazo al veto presidencial a la Ley de Servicio Público que elimina una serie de beneficios que venían recibiendo los miembros de las fuerzas del orden.
La protesta policial generó un ambiente de caos, en especial en Quito, donde el aeropuerto fue cerrado, aunque horas después fue reabierto, según infornó el alcalde de la ciudad capital, Augusto Barrera.
El secretario jurídico de la Presidencia, Alexis Mera, dijo en rueda de prensa desde el Palacio de Gobierno que se declaró el "estado de excepción por una semana" y que en ese período las fuerzas militares asumirán el control de la seguridad.
Un muerto
Los disturbios provocados por las protestas provocaron al menos con un muerto y varios heridos, según fuentes oficiales.
En conferencia de prensa, el ministro coordinador de Seguridad Interna y Externa de Ecuador, Miguel Carvajal, señaló que tanto el muerto como los heridos se produjeron en las afueras del hospital de la policía donde el presidente Rafael Correa permanece retenido.
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El gobierno denunció que la oposición estaba presionando para un golpe de Estado, aunque la cúpula militar le ha asegurado su respaldo al Ejecutivo, según afirmó el ministro de Defensa, Javier Ponce.
La seguridad de Correa estuvo en riesgo la mañana de este jueves cuando el mandatario confrontó a centenares de efectivos policiales que desde tempranas horas habían tomado las instalaciones del Regimiento Quito, un cuartel policial de la capital.
El jefe de Estado acudió al Regimiento Quito en compañía del ministro del Interior, Gustavo Jalkh, y desde la ventana de un edificio del lugar confrontó a los policías enardecidos al explicar las razones de su veto.
Atacado
El presidente ecuatoriano dijo que necesitó tratamiento médico y acusó a los agentes de conspiración y traición.
"Antes ganaban sueldos de miseria", dijo Correa en medio de los gritos de los policías, y añadió: "Se están eliminando todas las canonjías, canastas navideñas, bonos adicionales, seguros de salud privados. La política es tratar de maximizar los sueldos, y de esa forma todos puedan dignamente adquirir los servicios que necesitan".
La discusión subió de tono cuando el mandatario señaló: "Señores, si quieren matar al presidente, aquí está, mátenlo, pero seguiremos con una sola política de justicia, de equidad (…). Si quieren destruir la Patria, destrúyanla, aquí está, pero este presidente no dará ni un paso atrás".
Correa salió caminando del recinto policial, y mientras se dirigía al vehículo presidencial bombas lacrimógenas fueron lanzadas muy cerca del lugar por donde caminaba el mandatario. En una entrevista posterior con medios locales dijo que necesitó tratamiento médico y acusó a los agentes de conspiración y traición.
Después de esto, los dirigentes de la policía señalaron que buscan el diálogo con el gobierno. "Estamos pidiendo que se nos respeten nuestras condecoraciones, y nuestros ascensos. No estamos en contra del señor presidente, le pedimos que se derogue las disposiciones de la Ley de Servicio Público que elimina las condecoraciones por el tiempo de servicio público", dijo al mediodía de este jueves el jefe de Estado Mayor de la Policía, Florencio Ruiz.
Elecciones anticipadas
SUS FOTOS
Fotos de las protestas en Ecuador
Mientras las protestas policiales, y de diversos grupos sociales se extienden en Quito, Guayaquil, Cuenca, Ibarra, y otras ciudades, el presidente Correa analiza la posibilidad de aplicar la denominada "muerte cruzada", un mecanismo constitucional que lo faculta para disolver la Asamblea Nacional y convocar elecciones generales anticipadas.
Así lo afirmó la ministra de la Política, Doris Solís, tras una reunión efectuada la noche de este miércoles con el primer mandatario para discutir la posición adoptada por una parte del bloque oficialista en la Asamblea Nacional, el cual decidió sumarse a la oposición en el rechazo a varios artículos del veto presidencial a la Ley de Servicio Público.
"La muerte cruzada es una de las posibilidades, nosotros estamos en un proyecto de cambio, necesitamos construir leyes de consenso", dijo Solís, al calificar de "inconsecuencia" la actitud asumida en la Asamblea por un sector del oficialista Alianza País.
La Constitución ecuatoriana señala que el presidente de la República "podrá disolver la Asamblea Nacional cuando, a su juicio, ésta se hubiera arrogado funciones que no le competan constitucionalmente, previo dictamen favorable de la Corte Constitucional; o si de forma reiterada e injustificada obstruye la ejecución del Plan Nacional de Desarrollo, o por grave crisis política y conmoción interna".
El mandatario puede aplicar la "muerte cruzada" sólo una vez en los tres primeros años de su mandato.
"La muerte cruzada no es el escenario que nadie quisiera, pero es una posibilidad cuando no hay condiciones para ir a un proceso de cambio", insistió Solís.
Entre tanto, el bloque parlamentario de Pachakutik, brazo político de las organizaciones indígenas, demandó este jueves la renuncia del presidente Correa y llamó a los sectores sociales a conformar un frente de unidad nacional.
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