Por Lincoln López
Debieron evaluarte por tus propiedades estructurales internas, sobradas en bondades y por ende, beneficiosas. Ellas constituyen tu carta de presentación más valiosa, tus mejores méritos, objetivamente hablando. Pero no. Lo hicieron tomando en cuenta tu sobrenombre o apodo, por el que te llama el pueblo. Lógicamente es una forma superficial y poco seria de determinar tus reales atributos.
Ciertamente tu seudónimo contrasta y no hace honor a tus características físicas. La intención primaria fue ponerte un nombre que sonara a inglés, pero no salió así y quedaste “bautizado” con ese nombre “jalado por las greñas” de dos vocablos, uno castellano y el otro, dizque del inglés. Tu sabes que tenemos el folclorismo de hacer originales interpretaciones fonéticas, como ocurrió con mangú (man good), yaniqueque (John Cake) y guachimán (wacht man).
Dicen por ahí que con ese apelativo no hay quien se críe. Por eso casi nadie se fija en ti. No tienes aliados poderosos. Los débiles huyeron para salvarse del hambre. No te quedó ni un sindicato. Eres además de pobre, huérfano. Nadie nota tu ausencia. Nadie protesta por ti. Nadie hace un seminario a tu favor, porque tendrían que acreditarte tus bajos costos operativos. No quedó ni el estribillo de un merengue liniero evocando tus escasas glorias pasadas. Apenas se oye por frecuencias radiales, aquel lejano y famoso pregón cubano de Moisés Simons.
Estás tan devaluado que desapareciste del frente de los cines. Casi nadie toma entre las manos “un cucurucho” del producto, sobarlo primero y soplar después las cascarillas. Estás tan desprestigiado que no te veo en años, entre las ofertas de “las picaderas sociales de clase media pa’rriba”.
A pesar de esa marginación, es importante recordar que contienes una fuente natural de proteína, grasas insaturadas que disminuyen el colesterol, además muy rico en vitaminas E, B1, B3 y aportas minerales como el Sodio, Potasio, Hierro, Magnesio, Yodo, Cobre, Azufre, Fósforo y Calcio. Especialistas aseguran presencia de sustancias antioxidantes como los tocoferoles y resveratrol tiene importancia en la prevención del cáncer y enfermedades cardiovasculares. La leche que se fabrica de ti resulta “superior” nutricionalmente hablando que los productos derivados de la leche animal.
Entonces, por qué no utilizar esta opción más barata y más nutritiva en el desayuno escolar dominicano y compartimos su uso con la otra leche que total no es leche, como afirmara el experto Carlos Kaluga, Vicepresidente Panamericano de la Leche.
Quizá por aquello de que el amor y el interés se fueron al campo un día…
Los campos pobres y abandonados del noroeste: Monte Cristi, Dajabón, Santiago Rodríguez y Valverde, siguen esperando. Esperan que despierte el Informe preparado por la Misión de cooperación Técnica de la OEA, para procesar tu corteza en papel, alimento para animales, en jabón...
Por eso pensé, a lo mejor la culpa la tiene tu nombre: Mambá. Resulta cuesta arriba imaginar un Ministro rodeado de cortinas, príncipes, condes y baronesas, que su tema principal de agenda sea esta vulgaridad: El mambá.
Mambá creo que eres: infortunado.
culturaviva16r@hotmail.com
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