Por Fernando Rodríguez Cespedes
El autor es comunicador maeno residente en la capital dominicana
Al acercarse el primer aniversario del asesinato de la joven profesional Yasmín Valdez de Rodríguez, acuchillada el 25 de mayo del año pasado en su residencia de Mao, quienes la tratamos y apreciamos por sus notables virtudes y calidad humana, vemos con dolor cómo pasa el tiempo sin que las autoridades responsables de establecer la verdad y someter a la justicia a los autores de tan horrible crimen, hayan informado nada en torno al mismo.
Parecería que tanto el Ministerio Público como la Policía juegan al olvido con el paso del tiempo lo que no sucederá mientras existamos dolientes de la dama asesinada y una comunidad que, como la maeña, merece que las autoridades del país se esfuercen y trabajen para dar con los verdaderos asesinos, terminando así con una campaña acusatoria, sin fundamentos, contra su esposo, Manuel Rodriguez Bonilla.
Resulta extraño que existiendo elementos tan precisos en torno a un crimen cometido a plena luz del día, como la denuncia al fiscal adjunto Nelson Rodríguez, de una dama quien señaló por sus nombres a los supuestos autores de la acción, la huida de Mao de dos de los implicados, incluso uno que poco tiempo antes había estado preso por robo en una casa situada frente a donde asesinaron a Yasmín, no hayan dado con los criminales.
También, desde un principio se estableció, por las múltiples y diferentes heridas infringidas a la víctima, que en el hecho participó más de una persona debido a la diferencia de las cortaduras lo que coincide con la versión de cuatro participantes, uno de los cuales se quedó afuera atendiendo a si el esposo llegaba y otro que resultó herido en la lucha que se supone llevó a cabo Yasmín antes de que lograran dominarla .
Todo esto, unido al robo de dos certificados bancarios, uno por cuatrocientos mil pesos y otro por 55 mil, joyas, entre ellas el anillo de graduación de la universidad, un juego de cubiertos en plata en su estuche y un radio portátil toca CD, son suficientes elementos para ser rastreados por las autoridades investigativas y dar con los verdaderos asesinos.
Desde el principio hubo un sospechoso manejo de las investigaciones, cuando, por maldad o torpeza, a los pocos minutos de llegar al escenario del crimen, el fiscal adjunto Nelson Rodríguez y el Teniente Coronel policial Víctor Hugo Mancebo jefe de investigaciones criminales de la zona, se atrevieron a externar juicios preliminares, ante el público y periodistas presentes en el sentido de que se trataba de un crimen pasional.
Y lo peor, es que se atrevieron señalar al esposo, licenciado Manuel Rodríguez Bonilla, como el primer sospechoso y adelantándose a las investigaciones de rigor, insistieron ante los familiares de la difunta de que éste fue quien la asesinó, dando pies al inicio de una campaña mediática sostenida, hasta la fecha, por algunos
comunicadores que se han constituido en una despiadada asociación de sicarios de la moral ajena en base a infundios, llegando al extremo de incitar a los familiares a ”tomarse la justicia en sus manos.”
No obstante, ni estos comunicadores, ni el fiscal actuante en el inicio de las investigaciones, la Policía, los familiares de Yasmín, ni la Comisión de Santiago presidida por la fiscal Yeni Berenice Reynoso, han encontrado, pese a todas las pesquisas e investigaciones realizadas, un solo elemento incriminatorio contra el esposo quien por su seguridad y la salud emocional de sus hijos tuvo que salir de Mao, aunque se mantiene en contacto permanente con las autoridades.
A lo largo de estos once meses, el profesor universitario e historiador maeño ha visitado y pedido vehementemente al Jefe de la Policía, al Procurador General de la República, a los procuradores adjuntos Angel Castillo, Frank Soto y Bolívar Sánchez, a la Fiscal y a la procuradora de la Corte de Apelación de Santiago y a todo a quien pueda contribuir con el esclarecimiento de este bochornoso crimen que actúen en el caso y den con los responsables del mismo
Sin embargo, se acerca el 25 de mayo, y pese a todos los esfuerzos y gestiones del esposo frente a las autoridades, las peticiones de diversas entidades de la comunidad de Mao para que se haga justicia, las autoridades policiales y judiciales a cargo del caso, guardan un sospechoso silencio que da pie a todo tipo de especulaciones y denotan desinterés o incompetencia para la solución de un crimen que mantiene consternada a la sociedad maeña.
al parecer el senor fernando rodrigues cespedes esta muy seguro de como sucedio el crimen y se atreve a dar su vercion como segura de los hechos ocurridos ese fatal dia de mayo, creo a mi criterio que no deveria ser tan preciso en querer esclarecer la inocencia o culpabilidad del senor manuel manuelo, porque no dejamos que sean las autoridades que son las encargadas legal iy con merito a divulgar dicho proceso criminal.
ResponderEliminarEsta nota del senor defensor de Manuel Rodriguez Bonilla, no deja decir otra cosa que azco. despues que se invento el hecho del Hermano de Jasmin; ahora recurre a otros 4 indibiduos, azco frente a un crimen que el pueblo de Mao y la opinion publica, sabe quien lo llevo a cabo.
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