El Jeffrey, tiene el coraje de un guerrero y la sensibilidad de un artista

Un Momentito con Miguel

Jeffrey

Autor Miguel De Jesús Rodríguez

Locutor y Abogado Dominicano

El es una Joya de un barrio de Santiago conocido como la “La Joya”, siendo niño su familia cambio de residencia y es así como llega a poner dulzura al barrio “Los Salados”, donde creció. Cuando alcanza los 5 años comienza a entender las precariedades de su hogar.

Por esa razón se vio obligado a elegir el trabajo primero que la escuela, por lo cual aprendió a leer y escribir cuando tenía 11 años sin conocer el aula de una escuela. Fue criado por su hermano mayor y su cuñada, porque su madre murió a pocos años de su nacimiento.

Desde temprana edad supo lo que quería ser, ”cantante”, por eso en horario de 12 a 2 de la tarde sintonizaba emisoras de música romántica ,admiraba a Juan Gabriel pero además cantaba todo lo que escuchaba y era animado por sus vecinos que les decían que lo hacía bien.

La primera banda de la que formó parte fue la de Tony Chocolate, al salir en la televisión, lo vio el músico  Tomás Barrera quien lo lleva a su grupo, después con Cheché  Abreu hasta que el tamborero de dicha agrupación le informa de un Casting (1987).

Pidió permiso a su padre  para ir  a Santo Domingo y tener la oportunidad de participar, pero la autorización fue negada por lo que decidió irse en la parte trasera de una camioneta que  salía  a las 3 de la madrugada desde Santiago para  llevar el periódico la Información a la capital, cuando el chofer se enteró del pasajero que sin consentimiento abordaba el vehículo ya había llegado a su destino.

Dicha prueba de talentos fue dirigida por Ramón  Orlando, el cual al quedar impresionado con él, lo elige para grabar un álbum con la Artillería, en esa demostración artística    participaron Alex Bueno, Nicky  Soul, Johnny Reyes entre otros. En el año 2003 toma la decisión de formar su orquesta y así poner estrellas al Cielo de los sueños del que siempre tuvo la seguridad que alcanzaría.

Las adversidades ahora son  cosas del pasado, púes él solo se rinde ante Dios, su fuerza interpretativa nos pone en presencia de alguien que es  más que un canta lindo, alguien con el talento para llevarnos y mecernos en la belleza de su arte puro.

Sus tonos tienen la suavidad de pétalos abiertos al beso, su vida es un ejemplo del hombre que entre altas y bajas nunca perdió la fe, su voz nace de emociones que desde su Alma procuran  convertirse en  canciones y poner a vibrar los cuerpos que las reciben.

Si digo aquí, que escribo de José Gabriel Severino, sus cabezas darán muchas vueltas buscando la imagen del protagonista de este Momentito, por eso es tiempo de terminar asegurando que,”el Jeffrey, tiene el coraje de un guerrero y la sensibilidad de un artista”.