Hablemos de esto

Escrito por Tiberio Castellanos(desde Miami)

Deseos, ganas, apetitos, anhelos, instintos, aspiraciones, impulsos.

 ¿Qué otra cosa tenemos en el cuerpo, dentro del cuerpo, que debemos educar o dirigir disciplinadamente? O  estimular para que le crezcan alas al cuerpo

como al gusano de la mariposa.

 

(Me hacía mucha gracia aquella canción española de los años 70 que decía,

_España huele a limpio , a camisa lavada , a niño no hagas eso , y a no me da la gana-)

 Pero... no estoy queriendo analizar estos asuntos como un maestro que no soy. Sino como un estudioso discípulo que, todavia, no ha logrado plenamente sus objetivos. Lo que me hace pensar que debe haber muchos como yo, aunque,por supuesto, menos viejos que yo, que todavía andan domando los salvajes potros de sus instintos. Les deseo buena suerte, mientras me arriezgo a compartir con ellos algunas de mis experiencias.

 

           Mi disciplina de trabajar día a día. O mejor dicho vivir el día de hoy. Esto lo he aprendido de los Alcohólicos Anónimos. Ellos se hacen el propósito de no tomar alcohol el día de hoy. Mañana, se propondrán lo mismo, para el día de hoy. Dicen que así, día a día, mantienen  su enfermedad "bajo arresto".

 

             Recuerdo aquel cartel que un comerciante de mi pueblo tenía, y que decía:

-Hoy no fío, mañana sí-. El que venía a hecharle un fiao veía el letrero y se iba. Volvía  al siguiente día y veía otra vez:-Hoy no fío, mañana sí-.

 

             Así, el Alcohólico Anónimo arresta su vicio, o su tendencia, o su enfermedad, por un día, todos los días que dura su esfuerzo para permanecer sobrio.

 

             Los beneméritos fundadores de este grupo de apoyo decubrieron

esos dos luminosos principios que ya les he mencionado: que el trabajo de

de recuperación  de una conducta desviada, es un trabajo diario, de día a día, y que los vicios nunca se vencen del todo, sino que se arrestan. 

              Iniciando la marcha, o marchando ya hacia uno de esos íntimos objetivos, a mi me place evocar dos muy famosas expresiones. Una, un poco más al exterior. Sólo un poco más. La otra, más íntima, más al alma.

 

            -A paso de vencedores- dijo aquel glorioso oficial de la batalla de Ayacucho. -Velad y orad, para que no entreis  en tentación-. Palabras del Maestro Jesús en uno de los momentos mas dramáticos de su vida terrestre.

 

              Y lo demás, amigos, lo demás  es seguir adelante, sin prisa  pero  sin  pausa. Y con un poco de coraje en cada paso... Hasta que el tiempo alcance.