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lunes, 28 de abril de 2014

Monja curada de Parkinson relata el milagro del papa Juan Pablo II

La monja francesa Marie Simon Pierre, quien asegura fue curada por un "milagro" del papa Juan Pablo II, después de la muerte del pontífice, relató su experiencia al periódico L'Osservatore Romano, vocero oficial de El Vaticano, diciendo que después de pedirle su sanación, en una oración, durmió tranquila toda la noche y se levantó al día siguiente sin los síntomas de la hasta ahora incurable enfermedad.


Además de ella, varias figuras célebres del mundo, como el ex boxeador afroamericano, Muhammad Alí, padecen por décadas de esa afección.

La monja, le dijo al periódico que cuando fue interrogada acerca del "milagro" por los investigadores de la Santa Sede, no podía creer lo que veía, después de haber escrito en un papel el nombre de Juan Pablo II y el lápiz, no volvió a caerse de su mano.

La predicadora, de 43 años de edad, sostuvo que por años, había sido atormentada severamente por la enfermedad y, apenas podía sostener un bolígrafo y mucho menos escribir.

Después de orarle al fallecido papa, pidiéndole que la ayudara a sanarse, la monja, se acostó a dormir y se despertó a las 4:30 de la madrugada, sintiéndose llena de vida.

"Fue la primera vez que pude dormir tranquila en meses", narra y añade que durante las horas de sueño, recibió una revelación.

"Me levanté llena de vida", dijo al L'Osservatore Romano la monja curada. "Los síntomas del Mal de Parkinson, que convirtieron mi vida en un purgatorio, se habían ido."

Por la sanación, se le ha denominado con el sobrenombre de "La Monja Milagro" y estuvo entre el gentío que asistió a la canonización de Juan Pablo II y Juan XXIII.

El neurólogo que la trataba, no ha podido explica4r científicamente cómo desapareció la enfermedad. 

Tampoco los investigadores de El Vaticano que admitieron que ella está libre de la enfermedad, sin la intervención médica, registrando el radical cambio positivo como un milagro.

La investigación de la Santa Sede, duró dos años. "Juan Pablo, me ha sanado", respondió la religiosa a los investigadores. 

El propio Juan Pablo II, sufrió esa misma enfermedad. La monja fue diagnosticada en el 2001.

"Se siente como si yo hubiera vuelto a nacer", relató la monja. "Es una vida nueva, porque nada ya es como antes." Después de la muerte de Juan Pablo II en el 2005, la condición de la monja empeoró y desde entonces, comenzó a orarle todos los días al papa para que la ayudara a curarse.

Dijo que dos meses después de la muerte del papa, "algo" en su corazón le dictó que tomara un lápiz y comenzara a escribir. "Para mi gran sorpresa, me di cuenta de que mi escritura era legible", señala la monja en una declaración jurada.

"En la mañana, el dolor y la rigidez, se habían ido de mi cuerpo, y fueron sustituidos por una gran fuerza interior. Mi cuerpo ya no era el mismo, estaba convencida de que me había curado", narra.

Sus afirmaciones, fueron mantenidas en secreto por El Vaticano y ordenaron someter a la monja a nuevos exámenes médicos, encargados a neurólogos y psiquiatras. 

Pero ella, sostiene que no tenía ninguna duda del milagro que había ocurrido. En su testimonio, señaló que desde hacía 10 meses, ya no necesitaba seguir con el tratamiento.

"Estoy trabajando con normalidad, no tengo dificultad para escribir y conduzco mi vehículo por largas distancias. Y todo es gracias a Juan Pablo II y Dios", añadía la predicadora en las investigaciones.

"Lo que el Señor, me ha concedido por intercesión de Juan Pablo II, es un gran misterio difícil de de explicar con palabras, algo muy grande y profundo, pero nada es imposible para Dios", escribió la monja en su testimonio.

Desde entonces, ella camina con parte de la sangre de su sanador doquiera que va.

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