Los ojos de políticos, periodistas, analistas y
electores están centrados en el estado de Iowa, que este martes inicia
el largo proceso de consultas y elecciones primarias para elegir al
candidato republicano a la presidencia de Estados Unidos.
Después de una temporada de debates, retórica
electoral y un vaivén de encuestas, se trata de la primera prueba de
fuego para los aspirantes a la nominación del Partido Republicano. (El
Partido Demócrata también realiza su propio proceso pero, como el
candidato único es el actual presidente Barack Obama, el interés no es
el mismo).
Con una población de unos tres
millones de habitantes, Iowa no es representativo de la composición
étnica, social o cultural de EE.UU. y el proceso de selección de
candidato ni siquiera sigue el mismo patrón de las otras primarias, pero
los resultados de la votación allí se consideran determinantes en las
campañas electorales.
Cada cuatro años, críticos del sistema se
preguntan cómo es que un número tan reducido y tan atípico sea
responsable de potencialmente elegir al presidente del país más poderoso
del mundo. Cada cuatro años, los aspirantes a ese cargo deben enfrentar
esa realidad.
Política al detal
Mucho tiene que ver con el hecho que Iowa es el
primer estado donde se empiezan a separar los contendientes con más
posibilidades del resto del grupo. Es el primero en el calendario porque
el electorado de este estado toma la política muy en serio.
"Allí se ha desarrollado una especie de política
al detal, donde se espera que los candidatos pasen un buen rato
recorriendo el estado y le den al electorado la oportunidad de
evaluarlos", comentó William Yeomans, profesor de leyes y experto
electoral de la Universidad Americana de Washington.
Los candidatos manejan sus campañas de una forma
diferente a como lo hacen en otros estados, señala el académico. No
dependen tanto de los anuncios en televisión como en otras partes, aquí
tiene que pasar mucho tiempo en reuniones con pequeños grupos de
personas en centros comerciales, restaurantes y hasta en las salas de
los hogares.
Eventualmente, los candidatos pasan meses
deambulando por los 99 condados del estado, saludando gente, dándoles la
mano, tomándose fotos con ellos y besando bebés.
"Sólo los más determinados, los que están dispuestos a aguantar el frío, saldrán a votar y a su decisión le daremos mucha credibilidad"
William Yeomans, profesor de leyes, Universidad Americana
"La clave en Iowa es el contacto personal", dijo Yeomans a BBC Mundo.
Igualmente particular es la manera en que se
vota por los candidatos. No se hace como en otras primarias con el
electorado haciendo fila durante el día para depositar su papeleta en
una cabina de votación, detrás de una cortina .
Los que participan en el proceso, llamado caucus,
tienen que estar lo suficientemente motivados como para salir una fría
noche de invierno a pasar horas reunidos en grupos dentro de un gimnasio
o una biblioteca pública y discutir sobre las virtudes de un candidato u
otro.
Voto informal
Durante la velada, los votantes van pasando de
grupo en grupo, escuchando a los oradores hasta que llega el momento de
tomar una decisión, la cual escriben en un papel y la depositan en una
caja para ser contada.
"Tradicionalmente emergen tres candidatos de esa selección que pueden continuar. Para el resto significa que la fuente de financiación de sus campañas se seca"
William Yeomans, profesor de leyes, Universidad Americana
En la política estadounidense, el candidato que
gana la primaria de un estado tiene garantizado los votos de los
delegados que ese estado enviará a la convención del partido. Es la suma
de esos votos la que determina quién será el nominado pero los
delegados de Iowa no están sujetos a depositar sus votos a favor del
ganador.
Eso hace que el proceso de este estado sea
básicamente un voto informal, con un resultado no vinculante, pero que
genera tendencias a las que el resto del país le presta mucha atención.
"Tradicionalmente emergen tres candidatos de esa
selección que pueden continuar", señaló el profesor Yeomans. "Para el
resto significa que la fuente de financiación de sus campañas se seca y
es muy difícil seguir después de eso".
Más de un candidato emerge precisamente porque
el resultado no es definitivo y esto le da oportunidad a algunos que han
permanecido en las sombras durante la mayor parte de la contienda.
Minoría influyente
Tal es el caso de Rick Sartorum, exgobernador de
Pennsylvania y "colero" durante mucho tiempo, que ha empezado a subir
en las encuestas para colocarse entre los tres favoritos, junto a Mitt
Romney, exgobernador de Massachusets, y Ron Paul, congresista de Texas.
Sartorum ha recibido impulso por el tipo de
contacto personal que requiere la campaña en Iowa y porque buena parte
de ese electorado muy conservador lo considera el candidato que defiende
los valores familiares.
Ese sector conservador, según los críticos del
sistema, es el que dominará el resultado de una manera desproporcionada a
sus números.
Un columnista y analista de la radio pública en Washington, Matt Miller, comentó recientemente en la página de opinión de The Washington Post sobre la influencia de la derecha religiosa.
"Es una locura que un manojo de iowenses del ala derechista tengan el poder de inclinar la balanza del debate presidencial"
Matt MIller, columnista en The Washington Post
"Es una locura que un manojo de iowenses del ala
derechista tengan el poder de inclinar la balanza del debate
presidencial", escribió.
"¿Es esta la manera de escoger un presidente?", cuestionó.
La participación del electorado es mínima. En
2008, apenas 120.000 -de 3 millones de habitantes- salieron a dar su
voto por un candidato republicano.
"Sólo los más determinados, los que están
dispuestos a aguantar el frío, saldrán a votar y a su decisión le
daremos mucha credibilidad", declaró William Yeomans de la Universidad
Americana.
"Es así como un pequeño grupo de personas muy motivadas pueden sesgar los resultados. Esa es la jugada", concluyó.
Esa misma motivación es la que mantiene a Iowa en su posición privilegiada como primero en el proceso electoral.
Hace unos años, el estado de Florida cambió la
fecha de sus primarias para adelantarse a Iowa y ejercer así más
influencia sobre el proceso. Los iowenses respondieron adelantando aún
más su jornada electoral -a comienzos del año nuevo- para continuar
siendo los primeros.
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