El religioso dijo que la vida humana ha sido devaluada a su mínima expresión, en especial la de los inocentes
El presidente de la Asociación Misionera Radial La Batalla de
la Fe, pastor Ezequiel Molina Rosario, afirmó ayer que hay una crisis
de seguridad que amenaza con paralizar al país, por lo que la comunidad
evangélica espera que el nuevo Presidente tome esa y otras realidades
en cuenta “y junto con la justicia cumpla con su deber”.
El presidente de la Asociación Misionera Radial La Batalla de la Fe,
pastor Ezequiel Molina Rosario, afirmó ayer que hay una crisis de
seguridad que amenaza con paralizar al país, por lo que la comunidad
evangélica espera que el nuevo Presidente tome esa y otras realidades
en cuenta “y junto con la justicia cumpla con su deber”.
“Seis personas han ocupado la presidencia del país (desde las
primeras elecciones libres en 1962) y todos han hecho el mismo
juramento: cumplir y hacer cumplir las leyes, pero hasta donde sepamos,
ninguno ha logrado cumplir y mucho menos hacerlas cumplir”, dijo
mientras hablaba a los miles de cristianos asistentes al tradicional
encuentro de La Batalla de la Fe.
Afirmó que la sociedad está padeciendo de una enfermedad que la
tiene al borde de la desesperación, enumerando algunos de los casos más
sonados en la prensa dominicana sobre la violencia y la criminalidad.
Entre esos casos está el de la taxista asesinada en Santiago por un
hombre que luego la Policía informó tenía 18 fichas, y el de Vantroy,
supuestamente autor de más de 30 asesinatos y absuelto por falta de
pruebas. “Se roban las tapas de las alcantarillas, las barandas de los
puentes, un avión, las torres de transmisión eléctrica, las piezas de
acueductos...”.
Todo eso, dijo, a pesar de haber alcanzado un más alto nivel
académico y económico. Por esa razón Molina dice que esperan manos duras
por parte del próximo Presidente del país.
Devalúan la vida. El religioso aseguró que la vida humana ha sido
devaluada a su mínima expresión, en especial la de los inocentes,
“porque la de los delincuentes es muy cara y las comisiones de derechos
humanos luchan por protegerlos, apoyados por una justicia exageradamente
benigna”.
“El Dios de amor es justo y dio espada a las autoridades. Dios
autoriza a los magistrados a aplicar justicia en la tierra. Las fieras
humanas que ya han quitado vidas útiles no merecen estar en las calles
bajo ninguna circunstancia y son las autoridades legalmente constituidas
quienes están en la obligación de garantizar la vida a los ciudadanos o
abandonar su posición. El cáncer no se trata con agua tibia”, afirmó.
De padre a hijo
Durante la celebración del acto de ayer, aparentemente el pastor
Molina pasó la antorcha a su hijo, el también pastor Ezquiel Molina
Sánchez, quien tuvo a su cargo el mensaje central y quien, además,
criticó los altos niveles de corrupción que se viven en el país.
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