La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, ordenó
hoy una "investigación rigurosa" de un pequeño derramamiento de crudo en
un pozo en el océano Atlántico operado por la petrolera estadounidense
Chevron.
La mandataria "determinó atención redoblada y una rigurosa
investigación de las causas del accidente, así como de sus
responsabilidades independientemente del tamaño del derrame", informó la
Presidencia en un comunicado.
El derrame ocurrió el pasado miércoles en
el campo de Frade, en la cuenca de Campos, la mayor región petrolera
del país, donde se vertieron al mar cerca de 60 barriles de crudo, según
cálculos de la empresa estadounidense.
El Ministerio de Minas y Energía, la Agencia
Nacional de Petróleo (ANP) y la Marina "acompañan y apoyan" todas las
medidas que ha tomado Chevron para interrumpir el derrame, según el
comunicado.
Chevron posee una participación del 51,7 por
ciento en Frade, la estatal brasileña Petrobras tiene un 30 por ciento y
el resto pertenece al consorcio nipón Frade Japón Petróleo.
El yacimiento está localizado a unos 200
kilómetros de la costa de Río de Janeiro y se encuentra en aguas
profundas, a 1.100 metros de profundidad bajo el lecho marino.
Frade cuenta con reservas probadas de entre 200 y
300 millones de barriles de crudo equivalente, según Chevron, que
comenzó la extracción de crudo en 2009. EFE
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