lunes, 5 de septiembre de 2011

EL CIEGUITO DE NAGUA‏

Autor Tiberio Castellanos
  Desde Fort Worth, Texas.    
     La verdad es que me hacía gracia aquel merengue. "Yo tenía una luz que a mí me alumbraba,  y venía una brisa,  fuá,  y me la apagaba". Yo no sé con que malicia estaba pensada esa expresión, ni recuerdo si el cieguito pegó otros merengues. Que yo no soy muy merenguero.
    Me ha gustado aquel de Luis Días,"Baile en la calle de noche, baile en la calle de día". y aquel otro de Juan Luis Guerra, "Ojalá que llueva café en el campo". Y, por supuesto, Juangomero y otros de la vieja trova. Y pare usted de contar. Como no sea aquel otro de Enriquillo Sanchez, que tanto me hacía reír, "Yo soy más perro que un burro, yo soy más burro que un perro".
     Y recuerdo ahora al Cieguito, y la luz que lo alumbraba, porque uno de mis amigos Demócratas me dice que aunque Obama fue derrotado en el Diez, puede reponerse en el Doce, como así  lo hizo Clinton, quien también perdió las elecciones de Medio Término y, no obstante, pudo reelegirse.
      Y recuerdo  al Cieguito de Nagua, porque efectivamene, Obama tenía en el Ocho una Luz que,  fuá,  se llevó la brisa en el Diez. Esa luz, provenia en primer lugar de la novedad de su figura, de su origen, de su oratoria. No se parecía a ningun otro candidato a presidente. Y aunque todavia sigue siendo muy buen orador, y sigue subiendo a brinquitos a la tribuna, ya no es la novedad de entonces.
     Además de la novedad de su figura, había un elemento de ilusión o "esperanza de cambio" como algunos decían. Los hispanos deseaban o esperaban "una ley de inmigración" que legalizara a doce millones de indocumentados. Digo, no los hispanos que votamos por Marco Rubio y la nueva gobernadora de Nuevo Méjico, si no los hispanos de La Raza. Que, en algunos puntos de vista, son muy diferentes a nosotros.
     Ciertamente, no sé que cambio esperaban los afroamericanos que votaron por Obama en más de un 90 por ciento. Vecino del Liberty City Miamense, yo no he sabido de ningún proyecto gubernamental de mejoramiento de esa pobre gente. Y pensar que tantos se rieron del Presidente Bush porque lanzó un plan para financiar imaginativos programas que buscaran que las parejas de negros permanecieran unidas un tiempito mayor. Y así aliviarles la carga a las madres solteras... y a las abuelas. De todos modos, yo creo que estos se durmieron en el Diez.
    Dicen algunos, que parte de la luz vino del  voto de los independientes blancos movidos por algo así como un complejo de culpa. Yo no lo creo así. Yo más bien creo que estos electores eran partidarios de la diversidad y de la igualdad de oportunidades para todos. Y que para el Diez consideraron ya cumplido su deseo.
     Otros grupos de electores, que no quiero mencionar, muy activos en el Ocho, según parece, también se quedaron dormidos en el Diez. Y sólo así se explica el resultado de esas jornadas: 63 Representantes, 6 senadores, 11 Gobernadores, y la mayoría en un montón de congresos estatales. Ciertamente, vino una brisa, fuá,  y apagó la luz.
     Pero algunos de mis amigos creen que ésta puede volver a encenderse. Yo no lo creo así. Los sondeos, encuestas y otras averiguaciones de la opinión pública, parecen señalar en dirección contraria.   
Un abrazo,
Tiberio
       

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