Miguel de Jesús,
Tiberio Castellanos |
Este joven cientifico de la conducta humana merece un aplauso, una sonrisa, un agradecimiento dominicano. Aunque sea de tan lejos como el mío.
No debemos creer, ni tampoco decir, que "está arando en el mar". Su audiencia criolla, no lo podemos negar, tiene muy duros oídos. Pero algo quedará de su noble y útil prédica. En este momento acaricio el recuerdo de Toñito Zaglul, ese turquito petromacorizano, gran dominicano. El Dr. Zaglul, que recorrió antes esos duros caminos que ahora transita César Mella con hidalguía y generosidad. Lo ilumine Dios.
Un abrazo,
Tiberio
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Tu opinion nos ayuda a crecer