TIBERIO CASTELLANOS
Amigo Miguel de Jesús,
Estoy muy de acuerdo con la respuesta de la psicóloga, la Sra. Lara de Mármol. Me parece el suyo un muy inteligente manejo del asunto.
Este caso de abuso sexual parece estar multiplicándose. Y está claro que a medida que se hacen más común, por un lado el divorcio y por el otro las madres solteras, se extiende el campo donde florece esta mala yerba.
Aunque ya es demasiado frecuente, yo lo concibo siempre como un paso difícil y arriezgado que una mujer que ha quedado sola y con hijos, bien sea por divorcio, viudez o, sencillamente, porque ya no tiene el marido que creyó que era suyo, introduzca en su hogar un extraño para sus hijos.
Claro está, que muchas por la necesidad de compañia o protección, nunca calibran esta enormidad.
Pienso que aunque los hijos varones también corren riesgos en estas circunstancias, las madres de niñas debian ser mas temerosas aún de este paso.
Y... puede darse el caso, también trágico, aunque a veces con sus trazas románticas, que Jacinto Benavente llevó a una magnífica obra de treatro: "La Malquerida".
"El que quiere a la del soto
tiene pena de la vida,
por quererla quien la quiere
la llaman la Malquerida".
Un abrazo.
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