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viernes, 1 de octubre de 2010

Leonel No Puede Hablar

Por José Checo Estévez
El autor es comentarista de televisión.
 
Al mantener una intensa campaña de activismo político alrededor de la figura presidencial, los reeleccionistas sólo están reaccionando ante los aprestos y planes de sectores opositores que buscan con ahínco y desesperación sacar al doctor Leonel Fernández del Poder.


 Siendo el ejecutivo del palacio una especie de monarca absoluto, con la capacidad de solucionar problemas de toda índole a particulares y grupos económicos, el proselitismo a su favor y en contra, es una dinámica constante.



La reunión, celebrada la semana pasada en la capital, en la casa de un viceministro, la cual fue encabezada por el ingeniero Freddy Pérez, el mas prominente y laborioso funcionario que impulsa la continuidad de Leonel en la silla presidencial, y donde estaban presentes ademas los máximos dirigentes de trece organizaciones políticas aliadas al PLD, esta actividad, constituye parte de todas las acciones y maniobras de esos grupos que le piden al presidente que se defina de una vez y por todas, en torno al tema de la reelección. Pero por varias razones validas el presidente no puede hablar.



El interés y preocupación de esos dirigentes es natural y comprensible, en vista de que todos ellos son políticos profesionales y saben por experiencia propia, que para conformar un proyecto presidencial exitoso, con una figura no vendida, hay que armar una estrategia política con por lo menos dos años de antelación. Máxime, cuando en la acera de enfrente, el PRD mantiene una vigorosa actividad proselitista donde sus precandidatos presidenciales, es decir, Luis Abinader, Hipólito Mejía y el ingeniero Miguel Vargas. Todos ellos tienen una idea fija en su mente: Reemplazar en el 2012 al presidente en el Palacio.



Aunque antagónicos entre sí, porque cada precandidato esta reactivando la militancia en procura del apoyo de la base para alimentar sus aspiraciones particulares, y no hay forma de ponerse de acuerdo en los puntos nodales que atañen al Congreso José Francisco Peña Gómez que tiene en proceso esa organización.



Esos puntos cardinales son: el número de militantes inscriptos en el padrón electoral; la escogencia de comisión electoral organizadora de la Convención y la fecha eleccionaria de los candidatos – por lo pronto, esa convención ha sido nuevamente pospuesta para marzo del año entrante, creando una ola de protestas y disgustos de varios grupos contra la dirigencia actual-, sin embargo, esta parafernalia de sus cuadros y la efervescencia que genera en sus simpatizantes –aunque parece prematura- mantiene la maquinaria electoral del PRD bien aceitadita y en plena marcha para realizar un buen desempeño de cara a las elecciones presidenciales.



Si los perredeístas logran unificar criterios al final de la jornada de escogencia de su candidato presidencial, lo cual sería un milagro tan espectacular como el realizado por Moisés, cuando separó las aguas del Mar Rojo, entonces ese partido será un hueso duro de roer de cara a las elecciones del año 2012. Esto lo saben estos duchos dirigentes políticos que giran alrededor de la figura del presidente, ellos saben que tienen que apresurar el paso y amarrar con fuerza y tiempo sus enlaces políticos.



Aquí aplica el cuento de los tres cerditos que hicieron tres casitas con distintos materiales y había un lobo soplón que se las destruía –claro, para comérselos-, solo sobrevivieron porque uno de ellos hizo la suya con concreto armado. Cuando el lobo sopló y sopló, terminó agotado y sin fuerzas, no pudo tumbar ni siquiera un coco; si los reeleccionistas se descuidan ante el embate de un partido poderoso, con buenos socios mediáticos, entonces se podría crear la percepción de parte del electorado, que ya todo esta consumado, que si Leonel no decide pronto, el PRD es gobierno desde ya.



Pero quien se precipita en política comete muchos yerros, y, en eso, el PRD tiene un historial bastante voluminoso. Esa cúpula dirigencial apuesta siempre al desconcierto del pueblo, a la pose espectacular, a la desmemoria colectiva, y, en definitiva, al populismo hipócrita y oportunista.



Ellos no ven la praxis política como una oportunidad para servir, sino por el contrario, para servirse; por eso ha trillado un derrotero de sinuosidades y han venido cosechando fracasos tras fracasos por no entender que un pueblo, aunque mediatizado por la ignorancia y el hambre, siempre apoyara a quien le garantice un mejor nivel de vida. En las ocasiones en que han detentado el Poder, se han comportado como una plaga de langostas, y han practicado el canibalismo político, atacándose como hienas, con el fin de tragarse la mejor tajada de la res-pública.



La reelección es un riesgo. El propio Leonel lo sabe. Porque aunque convenga a la mayoría, por el triste y difícil momento que sufre el mundo y nuestra nación en particular, son muchos los interese que se interponen de por medio. Hay en algunos dirigentes peledeístas la indecisión de apoyarla, porque son timoratos y como animales políticos que son, esperan que otros abran trochas y pisar terreno plano.



A todo esto, por razones muy obvias, entendibles hasta para un neófito en las lides políticas, alguien que no sea un buen conceptualizador, el presidente no puede hablar. Razones poderosas se lo impiden. Ademas, el no tiene prisa, desde donde se encuentra, sentado en lo alto de la silla de alfileres, se puede dar el lujo de observar el campo de batalla.



Si dice algo, lo que sea, se abriría de inmediato una caja de Pandora. Tal como hacía el doctor Joaquín Balaguer cuando dominaba el escenario del Poder en décadas pasadas, el doctor Fernández, aunque con estilo propio, también es un excelente administrador de su discurso. Muchas veces a estas figuras tan emblemáticas, necesariamente hay que interpretarlas y ver cuales son sus deseos, porque por su rol tan determinante en la sociedad, solo dejan entrever señales. Leonel no puede afirmar categóricamente si va o no va.



Y es que la amenaza no viene tan solo de la oposición, a lo interno del PLD hay también un fenómeno que crea una situación especial, por primera vez en su carrera política, se advierte a un Danilo Medina decidido a jugársela por entero con su proyecto presidencial. El siente que ha llegado su momento. Que no debe esperar más. Tal parece, que mal aconsejado por sus asesores mas cercanos, el licenciado Medina ha dejado entrever mediante inequívocas manifestaciones, que si el presidente se reelige, o si lo derrota apoyando a otro candidato del PLD, con la fuerza de su liderazgo, entonces el podría buscar otros horizontes.



Dicho en buen cristiano, fundar tienda aparte, o aceptar una alianza electoral con otras fuerzas emergentes y hasta con un bloque opositor. A todo esto, por un principio elemental de cautela, y sobre todo, porque ostenta la banda presidencial, Leonel no puede hablar. El apuesta como siempre al tiempo, que es el curador por excelencia de todos los grandes conflictos. Y ciertamente, el caso del PLD, y del propio gobierno, luce extremadamente complejo.



Por donde vire la nave del gobierno o del partido, se encontrara siempre con un oleaje fuerte y una noche oscura que no deja ver los arrecifes. Nunca antes el presidente ha necesitado exhibir sus dotes de buen capitán. Los retos del 2012, son grandes y extremos. Pero también son insoslayables.



Todo este embrollo político y social, cobra mayor importancia debido a que, en los actuales momentos el presidente Leonel Fernández no goza de su mejor momento político, los déficits fiscales, el auge de la delincuencia, la violencia que genera la droga, la crisis energética, la denuncia de casos de corrupción que llegan de diferentes litorales, y, el hecho de que el presidente luce agotado ante el cúmulo de problemas acuciantes del país, y sin un futuro promisorio, ya que ni siquiera el panorama mundial nos promete nada nuevo, dado que la crisis de los mercados de valores no termina todavía.



El crédito de los organismos multilaterales está bien difícil de conseguir. El BM, el FMI, el Club de Paris y muchas otras entidades crediticias están sin dinero, o ponen trabas a las solicitudes. Las ayudas de las grandes naciones igualmente en problemas financieros, se han puesto imposible. Solo hay que ver el ejemplo de Haití, donde ni siquiera porque su gente se esta muriendo de hambre y enfermedades en las calles de Puerto Príncipe, mucho tiempo después del terremoto, pese a ese bochornoso drama humano, todavía esta colaboración no se ha hecho presente.



Ciertamente, nuestro presidente esta en una seria disyuntiva, y en caso de llenarse de coraje y pretender continuar con la antorcha del liderazgo político nacional, necesitara de la paciencia y el entendimiento de sus colaboradores, para retardar lo mas que pueda su respuesta contundente, de si acepta o no ir en pos de un nuevo periodo, - que ya no depende exclusivamente de lo que dice el artículo 124 de la actual constitución, porque dice Julio Cury Hijo, “que el presidente puede optar por una repostulación sin ningún obstáculo jurídico”, y en la actualidad, esa discusión es materia de debate- sino por las implicaciones que ya hemos planteado en torno a la unidad interna del PLD.



De todas formas, pese a lo sombrío de panorama, creemos que el presidente tiene meritos suficientes para postularse de nuevo y pese a la activa campaña de descrédito de la oposición, pese a las actitudes ambivalente de otros, a la hora de la verdad, cuando se midan las potencialidades de los que aspiran, y ya con mejores condiciones para lanzar su proyecto de reelección, el presidente que tiene muchos lauros que exhibir, especialmente en el plano social, económico, de la salud, deportivo y educacional, podrá erguirse digno y orgulloso de su obra de gobierno y proclamar de nuevo sin ningún tipo de cortapisas: “Seguiré adelante con la antorcha encendida”.
















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