FILOSOFO SANTIAGUERO

CULTURA VIVA

Por Lincoln López

Por el religioso capuchino e historiador investido como dominicano, Fray Cipriano de Utrera sabemos que en esta ciudad de Santiago de los Caballeros nació en el año de 1780 un pensador “que sobresale entre los más notables intelectuales dominicanos…siendo el autor de la primera obra auténticamente filosófica escrita en tierra dominicana: Introducción a la Lógica o Elementos de Filosofía Moderna”.

El destacado profesor y escritor Dr. Juan Francisco Sánchez nos dice que esa obra de Lógica tiene una gran importancia, “en primer lugar es el único tratado sobre la materia escrito por un dominicano en todo nuestro pasado filosófico; en segundo lugar, marca el abandono definitivo de la tradición logicista escolástica en la enseñanza podríamos decir “oficial” universitaria”.

Es una figura prácticamente desconocida salvo para un reducido grupo de eruditos “principalmente en los campos de la filosofía y la historia”.

El Lic. Emilio Rodríguez Demorizi en su ‘Noticia Biográfica” expresa que es hijo del matrimonio de Andrés López y Jacinta Medrano. “Emigró siendo aun joven con su familia a Caracas, en cuya universidad estudió lengua latina, filosofía y medicina con notable aprovechamiento”. De regreso a su patria el Ayuntamiento lo eligió en dos ocasiones como Alcalde. Fue el último Rector de la Universidad Santo Tomás de Aquino.

La vida de este pensador santiaguero presenta “varias facetas, pues se puede establecer que fue médico, filósofo, educador, poeta, periodista, escritor y político” (Dr. Julio Genaro Campillo Pérez. Obra: Dr. A. L. M. y su Legado Humanista).

Sobre política publicó su “célebre” Manifiesto, que trata de las elecciones parroquiales de 1820. En el mismo documento reafirma sus convicciones democráticas y defiende a los nuevos capitulares producto de la elección popular, ya que ‘los nobles y el resto de ciudadanos guardan una proporción de 7 a 100” y expresa que “los oficios de talabartero, herrero, tonelero, carpintero, albañil, sastre, pintor, músico, todo laborioso, todo artista, puede ser también buen ciudadano como un Consejero de Estado y un Diputado en Cortes”.

Junto con José Núñez de Cáceres participó en el movimiento emancipador del 1 de noviembre de 1821. Por eso fue detenido y encarcelado, acusado de traición al gobierno de España.

Contrasta esa posición fijada más arriba con posturas posteriores en que se presenta “débil y sumiso” ante acontecimientos importantes. Una de esas tristes posturas es cuando en el año de 1822, en un discurso pronunciado en las aulas universitarias “claudica ante la invasión haitiana”.

Manuel A. Machado Báez en su obra “Santiagueses Ilustres de la Colonia” (1972) expresa que “La juventud estudiosa de la época veía en López de Medrano un maestro y un apóstol…Poseía el culto de la virtud, de la franqueza, de la rectitud. De él dijo Max Henríquez Ureña, en su Panorama Histٕórico de la Literatura Dominicana, que fue hombre de buena preparación humanista y mereció por ello el aprecio de sus conciudadanos.

En 1824 se estableció en Puerto Rico, primero en Aguadilla, luego en Mayaguez y finalmente en Ponce, en donde falleció en el año de 1856.

Dr. Andrés López de Medrano.