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miércoles, 6 de octubre de 2010

Carta póstuma a Yazmín Valdés


Autor Humberto Rafael Marte
Desde Philadelphia,Estados Unidos de Norteamerica



Apreciada Yazmín:

No creas que te he olvidado, los hombres de verdaderos principios cristianos, los que somos detestados por los hipócritas vividores de la inocencia y aprovechadores de las debilidades causadas por la desigualdad que ellos mismos proporcionan, los que no nos dejamos engañar con la melaza que vomitan los rufianes, burladores de la justicia y amantes de la injusticia que se pone de su lado porque con el dinero robado se hacen poderosos, jamás nos olvidamos de los que por impotencia se suman en el frío fondo de un deposito que alberga a los que como tú han visto dañada la maquina de la imparcialidad que debe ser de utilidad para todos por igual, para pobres y para ricos aunque su dinero no halla sido logrado con el sudor de sus frentes como Dios lo manda.







Yazmín tú sabes que oro en la soledad y pido por ti, que no lo hago en publico para no sumarme a los que tocan sus trompetas para que el mundo los escuche y lo que expresan sus labios es puro veneno, porque sus corazones están más sucios que la cabeza de un buitre al saciar su bocado de un cadáver, medito con tigo, en mi mente concentro mi pensamiento para reparar la escena de tu crimen y puedo ver tu agonía tu asombro y tu incredulidad desde el comedor de tu casa en donde el injusto criminal te encesto el primer golpe







Y en todos estos días buscando una respuesta tuya, endechando te repito,







Como la ironía se hizo visible en ti,







Cambiaste el amor de los tuyos, para cobijarte con el sobradillo que no te cubrió y con la lluvia del engaño te empapaste.







Cambiaste el potecito en donde hacías tus necesidades por el de oro pero en el, orinaste sangre







Cambiaste la habitación en donde fuiste feliz con tus hermanos, por la que fue testigo de tu infelicidad y en donde el cobarde te quito la vida, recuerda que tus hermanos tu padre y tu madre te amaran de verdad para siempre, y ellos nunca te habrían traicionado







Cambiaste el espejito que apreciaba tu hermoso rostro por uno grande pero en el no te podías mirar porque te repetía que la felicidad no tiene precio







Yazmín tu cuerpo debería estar en santiago así tu adorado esposo puede visitarte, ¡¡que bueno es tu caritativo esposo!! el está regalando 250.000 pesos al que diga quien te mató ¿a cuantos pesos tocan los que piensan quien lo hizo? Yo no soy matemático pero si 125 mil maeños tienen una opinión parecida tocan a 2, debiste hacerle caso a tu esposo cuanto te decía “Yazmín no le abras la puerta a nadie cuídate” el criminal fue tan bueno con el que a ti te robó tu dinero y a el ni un solo chele







Hay Yazmín tengo que despedirme tu sabes hay que ser breve, se que tu estas con Dios, dile a Jesucristo que a qui con su nombre se han hecho mas millonarios que la arena del mar y que los que dicen predicar con su ejemplo son mas falsos que una plota de vaca cuando le da el sol acabada de salir, no te preocupes tus hijos están bien cuidados, no les falta juguetes, tu benefactor esposo te adora y te extraña el está muy bien se está tomando sus pastillas no te preocupes por el, yo te mando un abrazo quien sabe si pronto nos vemos porque estoy enfermo según me dijeron los médicos estoy en las ultimas talvez tengo la dicha de no encontrarme con un cobarde como a ti te toco, tu hermano Humberto Marte. Quiero volver a nacer







































































1 comentario:

  1. Da pena como las personas no piensan en el daño que le están haciendo a 2 niños totalmente indefensos, que para mi son más criminales que las salvajes que asesinaron a su Madre, no piensan que esos niños merecen vivir en un ambiente de tranquilidad para que sus vidas en un futuro no se vean afectados y traumatizados impidiéndoles desenvolverse como personas normales en la vida.

    Pero es a donde ha llegado una sociedad donde la ignorancia prevalece ante cualquier cosa y se daña, maltrata y en ocasiones se agrede directamente sin pensar en sus consecuencias ante estos pequeños niños que no tienen la culpa de estar viviendo la pesadilla que les ha tocado.

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