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viernes, 10 de diciembre de 2010

El secreto de la ballena azul está en su boca

La cavidad de la boca de la ballena azul es tan grande y elástica que puede engullir un volumen de agua igual a su propia masa corporal, dicen los científicos.



Las ballenas —los animales más grandes del planeta— filtran el krill (variedad de pequeños molusco y crustáceos) con el que se alimentan de estas enormes bocanadas de agua.



Investigadores estadounidenses y canadienses estudiaron a estos mamíferos gigantes para saber cuánta energía necesitan para generar sus inmersiones de alimentación.



Sus hallazgos salieron publicados en el Journal of Experimental Biology.



Paradoja del buceo



Jeremy Goldbogen —de la Universidad de California en San Diego y quien dirigió el estudio— combinó junto a un equipo de colegas mediciones directas de sensores que pusieron en los cuerpos de las ballenas para calcular la masa que cada mamífero movía mientras nadaba a través del agua.



La boca bien abierta sería lo suficientemente grande como para que otra ballena azul pudiera nadar ahí

Robert Shadwick, zoólogo

Robert Shadwick, un zoólogo de la Universidad de British Columbia que formaba parte del equipo que estudia las ballenas, dijo a la BBC: "Cuando ves a los animales en la zona de alimentación, toman un respiro y van bajo el agua.



"Pero no están bajo el agua por mucho tiempo teniendo en cuenta lo grandes que son - es una especie de paradoja."



El tiempo de inmersión promedio es de sólo 11 minutos y el equipo estaba desconcertado del por qué las ballenas no se quedaban bajo el agua durante más tiempo.



Inmersiones más largas maximizarían la cantidad de alimentos que consume y posiblemente compensarían el gran gasto de energía de cada inmersión.



Los investigadores descubrieron que la bocanada de la ballena azul era tan grande que, en esas inmersiones relativamente cortas, podían consumir hasta 100 veces la cantidad de energía que se utiliza en un salto.



Boca cavernosa



Los sensores que los científicos pusieron a las ballenas mostraron que, a una profundidad de unos 200 metros se volvieron hacia arriba y abrieron la boca. Entonces, los animales rápidamente perdieron velocidad a medida que se inflaban.





El tiempo de inmersión promedio de la ballena azul es de sólo 11 minutos.

"Pasan de ser un misil aerodinámico con la boca cerrada, a un globo", dijo Shadwick. "Es increíble".



Esta capacidad es gracias a la inusual anatomía de las ballenas.



Una ballena azul tiene pliegues en la piel y grasa por debajo de la boca que se extiende hasta el vientre, formando una extensión elástica, cavernosa de su boca.



"Es equivalente a que uno pudiera meter la mano en la boca y bajo la piel hasta el ombligo", explicó el Shadwick.



"Una especie de bolsa bajo la piel que se hincha enormemente. Casi en una burbuja esférica"



Esto significa que una ballena azul de 90 toneladas podría tomar 90 toneladas de agua.



A continuación, filtra diminutas criaturas marinas a través de una estructura especial de peine en la boca llamadas barbas.



"La boca bien abierta sería lo suficientemente grande como para que otra ballena azul pudiera nadar ahí", dijo Shadwick.



Los investigadores dicen que la increíble eficiencia del filtro de la alimentación ayuda a explicar por qué las ballenas que se alimentan de esta manera evolucionaron hasta convertirse en animales tan grandes.



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